La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 633

Al llegar a la mansión, Petra siguió a Benjamín hasta el salón principal. Tamara seguía de pie detrás de Paulo.

Quizás porque los Pineda no estaban y Benjamín se había ausentado, Tamara podía intervenir ocasionalmente en la planificación de la gala.

Sin embargo, en cuanto Benjamín regresó, ella guardó silencio, permaneciendo quieta y tratando de pasar desapercibida.

Iván, al verlos llegar, preguntó con voz neutra:

—¿Cómo está esa niña, Josefina? ¿Cómo pudo ser tan descuidada?

—Se torció el tobillo —respondió Benjamín con calma—. Necesita quedarse en el hospital un día en observación antes de poder ir a casa a recuperarse.

Iván asintió.

—Entonces, ¿tu tía se quedará allí para cuidarla?

—Sí —respondió Benjamín, volviendo a sentarse en su lugar.

Al oír esto, Iván miró hacia la barra de té y comentó con indiferencia:

—En años anteriores, cuando discutíamos los asuntos de la gala aquí, era Frida quien nos preparaba el té. Este año, sin ella, se echa de menos ese sabor.

Paulo, al escucharlo, dijo con una sonrisa:

—Si Frida no está, que Tamara nos sirva el té. Ha estado aprendiendo estos años…

Antes de que pudiera terminar, Germán lo interrumpió con voz grave, diciendo con calma:

—Entonces, le pediremos el favor a la señorita Petra.

Tamara ya se estaba preparando para ir hacia la barra, pero se detuvo al escuchar que Germán se dirigía a Petra.

—Cuando tu abuelo vivía, era un gran conocedor del arte del té. Habiendo crecido a su lado, seguro que algo se te pegó.

Aunque Germán la había señalado de repente, Petra no mostró ningún nerviosismo.

La mirada de Benjamín se posó en ella.

Al ver que no le pedía ayuda con la mirada, frunció el ceño.

A Yago no le caía bien Petra, así que, al oír a Germán, dijo con voz grave:

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