—Petra, mi primo está ocupado ahora mismo. En cuanto se desocupe, le digo que te devuelva la llamada.
Petra notó el cansancio en la voz de Baltasar y aceptó.
—De acuerdo.
Colgó la llamada.
Justo cuando iba a guardar el celular, le llegó una notificación a la pantalla.
*Derrumbe en nuevo desarrollo del Grupo Hurtado; el Sr. Benjamín acude de madrugada para dirigir el rescate.*
Petra vio el titular y abrió la noticia de inmediato.
Leyó el texto con atención, frunciendo el ceño.
Un accidente laboral tan grave a estas alturas seguramente provocaría la suspensión del proyecto para una inspección.
Miró las fotos y, en efecto, vio a Benjamín de pie entre la multitud.
Pero al mismo tiempo, notó en la parte inferior de la imagen una figura menuda, vestida con un traje sastre, que repartía botellas de agua entre la gente.
Con una punzada de extrañeza, Petra siguió deslizando las fotos hasta que una de ellas mostró el rostro de aquella figura.
Josefina.
Ni siquiera había entrado a trabajar en el Grupo Hurtado y ya estaba en plena madrugada en una obra, colaborando en el rescate.
Petra guardó el celular, comió un par de bocados del desayuno sin ganas y se levantó.
Delfina, que observaba desde un lado, se extrañó al verla dejar el plato y le preguntó preocupada:
—Señora, ¿no le gustó el desayuno?
—No es eso —negó Petra.
Simplemente no tenía humor para comer.
Se levantó, tomó su portafolio y salió de la casa.
Bajó al garaje, subió a su carro y se dirigió al lugar del accidente.
Al llegar, vio el perímetro rodeado por equipos de rescate.
También vio a los familiares de los obreros atrapados esperando con angustia. En ese momento, retiró la mano que ya tenía en la manija para abrir la puerta.
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Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda
Me gustaría saber cuántos capítulos faltan y cuando los publicará...