Petra acababa de hablar por teléfono con Benjamín.
Era evidente que Yago aún no conocía la situación exacta de Benjamín.
Germán no respondió de inmediato a Yago, sino que miró a Petra y dijo con calma:
—Llegaste.
Petra asintió, con las manos entrelazadas frente a ella, sujetando firmemente su bolso.
Germán la miró y dijo con voz grave:
—Siéntate.
Petra frunció los labios y se acercó.
La mirada de Yago se posó en ella por un instante y luego la desvió rápidamente.
Hoy tenía asuntos más importantes que atender, así que no le prestó atención a Petra y no tenía intención de causarle problemas.
Cuando Petra se acercó, Baltasar se levantó de inmediato de su asiento para cederle el lugar.
—Cuñada, siéntate aquí.
Petra no se hizo del rogar, se acercó, se sentó y le agradeció en voz baja.
—Gracias.
Baltasar hizo un gesto con la mano y se sentó a un lado.
—¿Te enteraste de la noticia? —preguntó Germán con calma.
Petra frunció los labios y respondió en voz baja.
—No he podido contactar a Benjamín, y Andrés hablaba con evasivas, así que tenía un mal presentimiento.
Respiró hondo y continuó:
—Acabo de escuchar al tío abuelo Yago decir que Benjamín tuvo un accidente de carro. ¿Es muy grave, abuelo?
Germán no respondió a la pregunta de Petra.
En ese momento, Yago intervino con voz grave.
—Hermano mayor, antes de que se filtre la noticia, debemos estabilizar la situación internamente.


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Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda
Me gustaría saber cuántos capítulos faltan y cuando los publicará...