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Pasé el peso de mi cuerpo de un pie hacia el otro, desde el día de ayer ninguno de los dos se había visto y aunque luego de lo que sucedió lo más probable es que nuestra relación esté más rota que al principio, yo solo quería llevar la fiesta en paz por nuestros padres.
—¿Cómo está Sam… —Intenté preguntarle pero apenas escuchó mi voz siguió sus pasos ignorándome y dejándonos a ambas solas. Kitty me miró para luego reírse de lo que acababan de suceder.
—¿No te habla? —Relajé los hombros porque no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo—Tu hermano es tan…—Mi mejor amiga apretó los labios y la golpeé.
—¡No es mi hermano! Y si quieres ser una mas en su lista, adelante…
Ataqué alejándome de ella furiosa, ¿Cómo se le ocurría declarar aquellas palabras sabiendo que me está haciendo la vida imposible? Papá junto a Bárbara ya estaban en la mesa de comedor esperando por mi llegada. Aarón tenía los ojos fijos sobre su móvil mientras que sonreía cada tanto.
—Buenos días…—Besé a papá y a Bárbara pasando así por encima de mi hermanastro. Kitty llegó detrás de mí.
—Hija…—Harold señaló con la mirada a Sullivan y abrí los ojos porque por nada del mundo le daré un beso de buenos días a ese imbécil—Romina Western, ¿Tengo que recordarte que aquí todos somos familia?—El chico follador levantó la mirada dejando su móvil ahora sobre la mesa para prestar suma atención a lo que estaba sucediendo.
¡Carajo! ¡Lo odiooooooooooooooo!
¡Respira Romina! ¡Respira para que no lo mates!
—Está bien, Harold—Vociferó mi hermanastro fingiendo que esto realmente le afectaba—Creo que no soy suficientemente bueno para ella y jamás me va a aceptar, ¿Verdad?
El chico de piel pálida y mirada oscura bajó la cabeza pero desde aquí podía ver que estaba sonriendo. ¡Mentiroso de mierda!
—¡ROMINA!—Papá pronunció mi nombre alzando la voz con fuerza—¿Hasta cuando vas a entender que Aarón será tratando como mi hijo? Es tu hermano mayor y debes saludarle de igual forma que a nosotros…
—Pero…—Protesté dejando caer mi oso de peluche al suelo, Kitty jaló el borde de mi pijama y negó para que obedeciera las órdenes de mi padre—Bien, pero quiero que sepan que odio esto…
Les juro que jamás en mi vida me había sentido tan humillada como hasta ahora; Aarón se levantó de su silla echando así su pecho un poco hacia adelante para que lograra alcanzar su altura.
—¿Nuestro primer beso de hermanos?—Susurró al impactar mi cara con la de él.
—Jodéte… —Mascullé pasando la lengua por su mejilla. Sullivan se echó hacia atrás aterrado tocando rápidamente su rostro. La expresión en sus ojos era demasiado divertida, sus mejillas estaban rojas mientras que sus piernas se volvieron inestables.
Mi hermanastro mordió su labio inferior, tomó su móvil y salió disparado de la sala como alma que lleva el diablo.
—Yo creo que…—Espeté reprimiendo mi risa—No le caigo bien…—Me senté de golpe y con la palabra “Triunfo” pegada sobre mi rostro. Catalina negó divertida mientras que papá y mi madrastra no entendían lo que acaban de suceder.
¡Le he declarado la guerra a ese moja bragas!
—¿Qué harán hoy domingo?
Inquirió la esposa de Harold llevando un trozo de melón hacia su boca.
—Iré con Kitty a Long Beach.
Solté tomando algo de juego a su vez mi mejor amiga sonreía.
—¿Quiénes irán?—Intervino papá dejando el periódico a un lado.
—Mi hermano mayor, señor Western—Vómito la morena un poco nerviosa—Y algunos amigos de la universidad…
Harold me miró de inmediato—¿Todos hombres?
—También irán chicas…—Me defendí.
—OK,—Mi padre posó sus ojos sobre Aarón el cual entró de nuevo a la sala pero espabilé al observar que traía otro conjunto deportivo y el rostro notoriamente húmedo.
¿Se bañó porque lo toqué?
—Voy a ir con ellas… —Habló mi maldito hermanastro agarrando una manzana de la mesa—¿Por qué puedo, verdad?
Dios, ayúdame.
Aarón acercó su pecho demasiado cerca del mío, sus manos tocaron mis hombros mientras que susurró despacio—Veremos quien tiene el ego más grande…
Meto en mi maleta de viaje un par de vestidos de baño, junto a bloqueador solar y maquillaje, Catalina se prueba uno de mis vestidos playeros que a la final decide colocarse. Las bellas hebras rizada de su cabello se ven más brillantes que de costumbre, ella y yo hemos estado juntas durante mucho tiempo y más que una amistad siento que nuestra relación es como la de unas hermanas. Nos confiamos todo y nos ayudamos mutuamente.
Los padres de Kitty fallecieron cuando estábamos en secundaria, su hermano la sacó adelante tomando así la custodia de mi amiga y demostrándole no solo al juez de familia sino también a la sociedad que lo juzgaba por haberse echando al hombro semejante responsabilidad que el amor que sentía hacia su pequeña niña lo ayudaría a educarla y guiarla por el camino del bien.
—¿Crees que a tu hermano le guste esto?
Rodeé los ojos al verla colocarse un enorme sombrero playero que jamás en mi vida me había puesto—¡No sé qué te pasa, Kitty! ¿De verdad te gusta ese moja bragas?
Asintió sonriente y con ese destello en los ojos que me demuestran que no parara hasta probar de su enorme y gruesa… Personalidad…—Te va a romper el corazón y la única perjudicada aquí voy a ser yo…
—¿Por qué tú?—Inquirió quitándose el sombrero—¿Quién le abrirá las piernas? ¿Tú o yo?
¡Descarada!—¿Quién te tiene que aguantar llorando cuando los chicos te dejan a los días? ¡Yoooooooooooo! La última vez llenaste mi escritorio de mocos mientras gritabas que “Yo no nací para amar, nadie nació para mí”
—Estás siendo exagerada…—Bufó colocando sus ojos en blanco—Solo quiero darle unos sentones a tu hermano por lo menos toda la noche…—Hice el intento de vomitar al verla agitar la cadera. ¡Alguien quíteme la vida ya! Catalina deslizó sus manos por mis hombros para tranquilizarme—Es solo sexo, tú necesitas alejarlo de ti para tener tu vida en paz, te estoy dando eso, ¿Qué más quieres?
Me alejé enojada—¡Anoche decías que estabas convencida que Sullivan sentía celos por mí! ¿Qué cambió?
—Maribel…—Arrugué el entrecejo porque no entendí—Si le importaras como mujer no andaría follando con otra, además, esta mañana se bañó solo porque lo tocaste… Le das asco…
Una corriente fría atravesó mi cuerpo con fuerza, se sentía como si un torrencial arroyo buscara la forma de destruir mi seguridad y mi estabilidad emocional—¿Crees que le doy asco?
El sonido del clic de mi short hizo que Catalina me mirara algo aturdida—Siento que solo es un bastardo contigo porque quiere joderte, pero yo tendré sexo con él y haré que te olvide para siempre. —El beso en mi mejilla que me acababa de dejar me dejó estática.
Ni siquiera sé en qué momento bajé las escaleras, ni siquiera me percaté en que instante Maribel apareció vistiendo un diminuto vestido azul que le hacía lucir esas piernas largas y tonificadas que Paul y mis compañeros de clases empezaron a botar las babas por ella. Ahora entiendo porque Sullivan sigue follando con la pelinegra, a comparación de mí, soy demasiado pequeña y simple, no hay gracia ni elegancia mi apariencia, solo soy Romina por mi apellido.
—¿Dónde está tu hermano?—cuestioné mirando el reloj de pulsera sobre mi muñeca y al percatarme que falta muy poco para que sean las diez de la mañana. Tenía como seis años sin ver a Donovan así que este encuentro me daba algo de ansiedad y vaya que si me lo dio, un chico moreno y de ojos enormes con cuerpo atlético y piel brillante y suave apareció delante de nosotros de repente, vistiendo una sudadera que nos dejaba ver su prominente trasero y sus fuertes y duras piernas.
¡¿Por qué tienes que ser gay?!

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