Capítulo 10
Dorian acababa de salir de la oficina y se metió directo al ascensor privado. Con un movimiento rápido, presionó el botón del piso “B1” y las puertas del ascensor se cerraron lentamente, mientras Yael apenas alcanzaba a ver la tensión en el apuesto rostro de Dorian.
Bajo al estacionamiento subterráneo y antes de llegar a su auto, ya tenía las llaves en la mano y apuntaba hacia el vehiculo. Con un “bip” suave, el auto se desbloqueó
Dorian se acercó, abrió la puerta del conductor y se sentó al volante, se puso el cinturón de seguridad y sacó su celular para llamar a Amelia.
Despues de varios tonos, la llamada fue contestada.
“¿Hola?”, se escucho la voz suave y familiar de Amelia al otro lado de la linea. Dorian, sin mostrar emoción alguna, colgó la llamada y lanzó el celular al asiento del pasajero. Sabia lo que iba a pasar, pero por alguna razón, sentia la necesidad de confirmarlo.
Amelia cerro la puerta del automóvil con prisa y miró su celular confundida. Acababa de regresar al aeropuerto y estaba a punto de bajarse cuando sono su teléfono. Se sentía un poco mareada, no sabia si era por el viaje o que, además estaba apurada, asi que respondió sin mirar y para su sorpresa, la otra persona colgo sin decir palabra.
Después del tono de ocupado, la pantalla volvió a la interfaz principal.
Amelia dudo un momento y luego revisó su registro de llamadas recientes. Reconoció el número de inmediato, a pesar de que no tenia un nombre asociado. Después de todo, había sido su esposa durante dos años.
No sabia si Dorian la habia llamado por algo en particular o si habia sido un error. Dudaba si devolver la llamada, pero finalmente decidió no hacerlo.
Guardó su celular, intentando ignorar las náuseas que sentía y se dirigió hacia la terminal de seguridad.
“Meli, por aqui.”
Apenas había entrado en la terminal cuando vio a Frida y Rafael esperandola.
Rafael tambien la vio, su mirada se fijó en ella por un momento sin mostrar mucha emoción.
Frida ya estaba agitada y le hacía señas: “¡Por aqui, por aqui!”
Amelia camino hacia ella y mientras lo hacía, echó un vistazo a su reloj. Tenía tiempo de sobra, su viaje express a casa no había causado demasiado retraso.
Frida, siempre impaciente, agarró a Amelia y la empujó hacia el control de seguridad: “¡Apúrate, no vayas a perder el avión!”
El tirón hizo que su malestar estomacal se intensificara.
Rafael, que siempre estaba atento a los detalles, notó su palidez y frunció el ceño: ¿Estás bien?”
Ella negó con la cabeza: “Nada serio, creo que me apuré demasiado y me mareé un poco.
Rafael asintió y no dijo más.
Su amiga le pasó una botella de agua: “Toma, bebe un poco para calmarte.”
Luego se volvió hacia Rafael y le dijo: “Cuida a Meli, ¿si?”
Amelia se atragantó un poco con el agua, pensando que el comentario de Frida habia sido un poco inapropiado, ya que no conocía bien a Rafael Temiendo que Frida siguiera hablando sin filtro, le devolvió la hotela y dijo: “Vamos a pasar, te llamo cuando llegue al otro lado.”
Frida a empujó suavemente Vete, que tengas buen viaje
Capitulo 10
Al decir eso, parecia nostálgica y de repente la abrazó.

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