Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1098

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Dorian, aunque no tenía información detallada sobre este tal "Sr. Ricardo", Amelia había podido deducir a través de una llamada telefónica que el hombre era joven y probablemente un heredero de segunda generación con una actitud difícil de manejar.

Amelia, ya familiarizada con su carácter por encuentros previos, no tomó el asunto demasiado en serio.

Tras colgar el teléfono, envió un correo electrónico al Sr. Ricardo disculpándose por no haber podido cumplir con la cita acordada y expresó su deseo de encontrarse en persona para disculparse formalmente.

Como esperaba, hasta que llegaron al Hotel Esencia de Maristela para realizar el check-in, el Sr. Ricardo no había respondido a su correo.

Amelia no tenía el WhatsApp del Sr. Ricardo, solo su número de teléfono.

Intentó llamarlo, pero para su sorpresa, la llamada fue desviada a Adrián.

"Srta. Soto, el Sr. Ricardo no suele reunirse con personas que no considera importantes. Mejor no se haga ilusiones," dijo Adrián al otro lado de la línea con una cortesía sonriente.

Amelia no esperaba que su llamada fuera desviada a Adrián y antes de que pudiera sentirse incómoda, Adrián ya había colgado.

Dorian se volvió hacia ella, preguntando: "¿Él no está de acuerdo?"

"La llamada fue desviada a su asistente."

Amelia guardó su teléfono, mirando a Dorian. "A pesar de ser ambos directores ejecutivos, no veo que tú desvíes tus llamadas a Sr. Yael."

"Normalmente, mis llamadas no llegan al público en general," dijo Dorian.

No juzgó la acción del Sr. Ricardo de desviar su llamada a un asistente. Después de todo, cada quien tiene un tiempo limitado y manejar una empresa tan grande significa recibir muchas llamadas, no todas pueden ser atendidas personalmente.

Para el Sr. Ricardo, Amelia ya era considerada una persona no importante, por lo que desviar la llamada a un asistente era razonable.

Amelia entendió perfectamente y suspiró profundamente, a punto de decir algo cuando Dorian levantó la mano y le acarició la cabeza. "Está bien, no es gran cosa. Mañana te acompañaré a ver qué podemos hacer."

"No es necesario," Amelia se apresuró a interrumpir, "Puedo ir yo sola. Después de todo, este es mi trabajo y no puedo esperar que tú te encargues de todo. Además, tú también estás ocupado."