Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1166

"Amelia."

La voz de Dorian se tensó, y con su otra mano acarició suavemente su mejilla, intentando despertarla.

Pero Amelia no despertaba, solo apretaba inconscientemente la mano que él sostenía, y su cuerpo se agitaba intensamente.

"¡Doctor!" Dorian se giró y gritó hacia la puerta, mientras con la otra mano presionaba con fuerza el timbre de llamada.

El doctor y las enfermeras acudieron rápidamente.

"Doctor, ¿qué está pasando?"

Dorian se giró y preguntó con urgencia, y debido al movimiento, su mano se alejó ligeramente de la de Amelia, quien la agarró de nuevo con ansiedad.

"Estoy aquí."

Dorian se volvió para tranquilizarla, pero Amelia seguía sin abrir los ojos, con el ceño fruncido casi formando una línea, aferrándose a su mano como si fuera un salvavidas, atrapada en una pesadilla de la que no podía despertar.

El doctor rápidamente se adelantó para examinarla.

El examen físico no mostró problemas, probablemente se trataba de una pesadilla.

"Podría ser una reacción al susto o al estrés," dijo el doctor. "No se preocupen, la paciente está bien."

Dorian asintió, pero su corazón no se aliviaba completamente.

En ese momento, se escucharon pasos apresurados fuera de la habitación.

La puerta de la habitación estaba abierta, y Lorenzo Sabín, Óscar Sabín y Petra Sabín entraron empujando la silla de ruedas de Manuel Sabín, con expresiones de preocupación y ansiedad.

El doctor estaba a punto de irse cuando vio a las personas que entraban de repente, y frunció el ceño: "¿Qué están haciendo?"

"Somos familiares de la paciente," explicó rápidamente Lorenzo, mirando a Amelia en la cama y preguntando ansiosamente, "Doctor, ¿mi hermana está bien?"

El médico relajó su expresión: "Está bien."

Y añadió: "La paciente necesita descansar, por favor mantengan el silencio para no perturbar su descanso."

"De acuerdo, gracias doctor."

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