Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1248

Pero nadie respondió.

Amelia, sumida en un sueño profundo, frunció apenas el entrecejo por el roce de los dedos de Dorian, pero no despertó.

Dorian tampoco quería que ella despertara.

En ese momento, entre ellos no podía haber una conversación normal.

A él no le gustaban las palabras de ella.

A ella, las suyas tampoco le interesaban.

—Sé perfectamente que si recuperas la memoria, lo más probable es que ya no me aceptes, pero aun así sigo esperando que recuerdes el pasado, que pienses en cada momento desde que nos conocimos —susurró Dorian con un suspiro que se le escapó del alma, su mirada fija en el rostro sereno de Amelia mientras dormía—. Pero ahora que ese día por fin llegó, y veo lo decidida que estás, me duele tanto que quisiera que el tiempo retrocediera, volver a la mañana en que todavía no habías recordado nada. ¿Será que si te hubiera amado aún más, si te hubiera dado más tiempo hasta que dejaras atrás el pasado, todo sería diferente entre nosotros cuando finalmente lo recordaras?

Lamentablemente, él no podía decidir cuándo recuperaría Amelia la memoria.

En los últimos días, le había dado vueltas al mismo pensamiento: si hubiera tenido unos meses más, si en ese tiempo ella se hubiera acostumbrado por completo a vivir a su lado, si esa costumbre hubiera sido más fuerte que la libertad de cuando criaba a Serena sola... Entonces, al comparar ambas vidas, ¿Amelia podría dejar atrás sus viejas heridas y sus miedos al futuro y, en vez de escoger seguir sola con Serena, lo elegiría a él?

Pero en este mundo, los “si tan solo” no existen.

Con otro suspiro largo, Dorian acarició la mejilla de Amelia, se inclinó sobre ella y rozó con suavidad sus labios.

Amelia, aún dormida, se movió ligeramente, como si estuviera confundida, y poco a poco fue abriendo los ojos.

Todavía desorientada por el despertar, tenía la mirada perdida, sin saber bien dónde estaba.