Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1369

—¿Viniste sola? —preguntó Dorian primero.

—No —respondió Amelia en voz baja—. Vine con el señor Ricardo.

Ricardo también era uno de los invitados.

Los organizadores habían creado un grupo de WhatsApp para los asistentes, y cuando Ricardo vio que ella también estaba en el grupo, como él todavía se hospedaba en la misma zona residencial, pasó por la casa de Frida temprano en la mañana para esperarla.

No le avisó que estaría afuera, simplemente tocó el claxon cuando la vio salir y le dijo que también iba al evento, que podía llevarla de paso y así aprovechaban para hablar sobre la construcción del proyecto.

Amelia ya tenía su boleto para irse de Maristela, pero según el contrato, aunque no estuviera físicamente allí, debía seguir de cerca el avance de la obra y estar disponible para solucionar cualquier problema que surgiera.

De hecho, ella misma planeaba buscar a Ricardo para hablar de eso y proponer que la comunicación se hiciera en línea de ahora en adelante, así que aceptó y se subió a su carro.

A Dorian, esa respuesta le dolió como una pequeña espina.

Ricardo se acercó con un vaso de agua. Al ver a Dorian, lo saludó cortésmente y luego se giró para darle el agua a Amelia.

—Le pedí un vaso de agua a un mesero. Toma un poco —dijo él.

—Gracias —agradeció Amelia en voz baja.

La noche anterior casi no había dormido, y como consecuencia, por la mañana sentía el estómago revuelto y con náuseas.

No esperaba que Ricardo se diera cuenta de su malestar y fuera a buscarle agua. Agradeció sinceramente su gesto.

—¿Te sientes mal? —preguntó Dorian, mirando el vaso en su mano.

Amelia negó suavemente con la cabeza.

—No, solo tengo la garganta un poco seca.

—Entonces, intenta irte a descansar temprano —dijo Dorian, antes de voltear a ver a los organizadores.

El responsable del evento se acercó preocupado.

—Señorita Soto, ¿está todo bien? Tenemos una sala de descanso preparada, si gusta puede ir a reposar un rato.

—No se preocupe, estoy bien. Gracias, presidente Ruan —dijo Amelia, agradeciendo con amabilidad.