Capítulo 302
Serena, que también habia percibido la urgencia y el nerviosismo en la voz de Amelia, miró a su madre confundida y trato de girar la cabeza hacia afuera, pero ella la detuvo
“Serena, sé buena, iré a buscarte en un momento“.
La niña asintió obedientemente y se acurruco en los brazos de Marta.
“Marta, vayan al primer piso, le indicó Amelia. “Ve directo a la entrada y llama a seguridad, die que hay alguien agrediendo a una persona aqui.
Marta habia presenciado la escena de violencia contra Frida por parte del hombre de la camisa estampada y estaba visiblemente asustada, asintió rápidamente y protegió a Serena para que no viera lo ocurrido.
Amelia como en dirección a su amiga mientras sacaba su teléfono para llamar a la policia.
Frida intentaba defenderse de Clemente, que la sujetaba del cabello sin compasión y la golpeaba contra el coche. Estaba aturdida y confundida, con un dolor intenso en la cabeza y escuchando las continuas maldiciones de su hermano, pero era incapaz de responder, estando presionada contra el coche, sin poder moverse.
La ira de Clemente aún no se calmaba y las palabrotas sallan de su boca como fuegos artificiales:
“Maldita sea, ¿todavía tienes cara para volver? ¿Por qué no te quedaste muerta por altá? ¿Te olvidaste de lo que hiciste? Te fuiste sin más, ¿sabes cuánto me costó tu maldita cancelación de la boda? No pude dar el dinero prometido, ni comprar una casa y mi novia pensó que le estaba pintando castillos en el aire, asi que se fue sin decir palabra, nadie quiere saber nada de nuestra familia ahora…”
En un arranque de furia, Clemente agamó el pelo de Frida con intención de golpear su cara contra el carro.
Amelia que se acercaba a ellos, sin pensarlo dos veces, sacó sus llaves, las agarro firmemente y clavó la punta en el dorso de la mano del hombre.
El dolor hizo que Clemente soltara a Frida y Amelia aprovechó para ponerla detrás de si, protegiéndola.
Clemente la miró y sonnó con desden: ¿Quién es esta? ¿No es la supuesta señora de alta sociedad a la que la familia Ferrer le do una patada? ¿Qué pasa? ¿No te conformas con eso y quieres volver a cazar a un marido rico?”
Frida furiosa, intentó enfrentario: Clemente, no te pases!”
Amelia la detuvo y se puso delante de
Clemente ya no prestaba atención a Amelia y se abalanzó hacia Frida.
Amelia la protegió, manteniéndola detrás de ella y enfrentó a Clemente con calma: “Ya llamé a la policia y los de seguridad vendrán en cualquier momento.”
El hombre soltó una carcajada: “Qué risa, ¿quién se atreve a interferir en cómo educo a mi propia hermana?”
Luego mind friamente a Amelia: “Apartate.”
Pero ella se mantuvo firme, intentando calmarlo mientras esperaba a los de seguridad: “Clemente, podemos sentamos y hablar esto con calma.”
Pero Clemente, acostumbrado a ser un matón, no cayó en su juego.
No tengo nada que hablar con ella, dijo el hombre. “Hoy no paro hasta verla muerta!”
Y con un movimiento rápido, intentó agarrar a Frida.
Amelia, con una agilidad sorprendente, empujó a Frida hacia adelante y gritó con todas sus fuerzas, “Auxilio!”
Su grito, fuerte y claro, hizo que Clemente se detuviera por un instante.
Amelia aprovechó ese momento para arrastrar a su amiga hacia la salida, gritando por ayuda.
Pero a esa hora, el estacionamiento subterráneo estaba vacío.
El hombre recuperandose, empezó a perseguirlas.
Capitulo 302
Con su altura y sus largas piemas, se acercaba rápidamente a ellas.
Amelia empujó a Frida hacia adelante: “Adelántate!”
Luego se gird, frenando de golpe.
Clemente, forzado a detenerse, intentó agarrar a Frida, pero Amelia, con un movimiento evasivo, logró esquivario y ralentizarlo. Aun así, no pudo superar al hombre que estaba decidido a seguir a su hermana y en un segundo intento, su pelo cayó en las manos de Clemente.
Él lo aganó con fuerza y la lanzó contra una columna, intentando deshacerse de ella.
Frida, al ver la escena, rompió en lágrimas y se volvió para enfrentarse a Clemente, pero chocó con alguien.
“¿Señorita Frida?”
Una voz masculina familiar resond cerca.
Frida instintivamente, levantó la vista y vio a Yael. Rompió en llanto diciendo: “Ayuda, por favor! Amelia está en peligro, ¡rápido!”
Mientras hablaba, tiraba de él hacia donde estaba Clemente.
Yael estaba confundido, pero al escucharla, ni siquiera lo penso y corrió hacia ella, solo para ver a Amelia siendo brutalmente jalada del pelo por Clemente. Se soltó de Frida y gritó “Sueltala!” antes de dirigirse hacia el hombre y agarrarle el brazo con fuerza.
Amelia cayó al suelo.
Frida corrió hacia ella y la ayudó a levantarse: “Meli, ¿estás bien?”
Amelia asintió débilmente: “Estoy bien, no te preocupes.”
Intentó levantarse con la ayuda de Frida, pero se desplomó por el mareo
“No te muevas,” le dijo Frida, presionándola suavemente para que se quedara quieta. Al ver la herida en la frente de Amelia, su preocupación creció. No quería dejarla sola, pero tambien estaba preocupada por Yael,
Yael estaba enfrascado en una pelea con Clemente.
“Todos debemos ir. Yael no quería arriesgarse con ninguna de las dos, quería llevarlas al hospital para que las
“¿Quien era ese hombre?” No pudo evitar preguntar, “¿Cómo terminaron involucrándose con alguien asi?”
que ella tenia problemas con su familia y que habla desaparecido durante dos años para evitarlos, pero no habia imaginado que la situación familiar fuese tan complicada.
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