Capítulo 323
Dorian se dirigió al hospital más cercano, decidido a solicitar una prueba de patemidad.
Al extraer la muestra de su bolsillo y contemplar el pañuelo de papel que la envolvia, permaneció en silencio un buen rato, con el rostro inexpresivo, hasta que la enfermera a su lado no pudo más con la tensión y le apuró. Fue entonces cuando él le entregó la muestra.
“Con urgencis, dijo con una voz fria.
“Claro,” respondió la enfermera, tomando la muestra con cuidado.
Dorian echó un último vistazo a la muestra en manos de la enfermera, hizo una pausa y luego se marchó sin mirar
atrás.
Al llegar en coche a su residencia, Amelia ya estaba allí esperándolo.
Se habia cambiado de ropa, aplicado un maquillaje sencillo y arreglado su cabello con ligereza, se veía mucho más fresca.
Dorian le abrió la puerta del copiloto.
Ella subió al coche.
Sin decir palabra, Dorian condujo directamente hacia el sitio de la ceremonia de colocación de la primera piedra del proyecto del resort de estilo tradicional,
Llegaron con algo de tiempo de sobra.
Cada uno tenía sus responsabilidades laborales y como Dorian era el presidente de la empresa, tenia que atender personalmente a algunos invitados importantes.
“Tengo que entrar un momento, ¿vienes conmigo o prefieres esperar aquí fuera un poco más?“, preguntó al aparcar.
“Me quedaré afuera,” respondió ella. “El señor Rufino también tiene otros asuntos para mi.”
Dorian asintió: “Si necesitas algo, llámame.”
Ella también asintió levemente: “Está bien.”
Al ver a Dorian entrar al evento, se dirigió hacia donde estaba Rufino.
Después de todo, la última vez que se propuso una idea asi fue Lorenzo quien la sugirió.
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