Capitulo 476
Para quedó calada no se atrevía decir más
en
Echo un vistazo por su casa, instruyó su padre. Espero que no haya pasado nada grave
“Vale”
tin streverse a protectar, Pamela asintió, se despidió y se marchó de la habitación,
In el camino, le mandó un mensaje a Dorian “Hermano, ¿estás bien?”
No hubo respuesta
Luego intentó llamarlo, la llamada se conectó, pero nadie contestó
Pamela comenzó a preocuparse
A pesar de que su padre habla descartado con firmeza sus sospechas, ella creía que su hermano estaba asi por los problemas con Amelia
Habia oido a su madre hablar sobre la conversación que Amelia tuvo con su padre en el hospital, todo iba bien hasta que su hermano entró con el rostro pálido de ira y se llevó a Arnelia,
Aunque Pamela no lo había visto con sus propios ojos, basándose en su experiencia de haber leido innumerables dramas y novelas, dedujo que su hermano debía estar sumamente herido y desilusionado
“Siempre lo dije, esa mujer no siente nada por tu hermano Se casó con él solo por el dinero y el poder de la familia Ferrer Sino, ¿cómo iba a dejar a tu hermano tan fácilmente? Si le hubiera tenido un poco de cariño, no lo habria soltado de manera tan resuelta“, dijo Cintia mientras analizaba la situación y los sentimientos de Amelia hacia Dorian
Ser abandonado de esa manera sin duda lastimaria a la persona enamorada.
En opinión de Pamela, su hermano era quien realmente amaba en ese matrimonio, de lo contrario, con la brecha entre sus condiciones, él nunca habría elegido casarse con Amelia
Una vez que esa conjetura se completá lógicamente en su mente, Pamela se preocupó aún más. Pero como Dorian no respondia al teléfono, no tuvo más remedio que llarnar a Amelia.
Amelia estaba distraida en su estudio, mirando en silencio la oscuridad de la noche a través de la ventana.
El teléfono sono largo rato antes de que ella desviara su atención al celular sobre la mesa. Dudó al ver que era Pamela quien llamaba, no queria atender
Ella respondió, “Está en la habitación de al lado, ¿qué pasa?”
“ÉL.” Pamela titubed, “¿está bien? Mi papá le llamó hace un rato y parecia que algo no iba bien con él.”
“Cuñada, Pamela volvió a pedirle con hesitación, “¿podrías ir a ver cómo está? En toda mi vida, nunca lo había visto tan desanimado ”
“Vale,” respondió Amelia suavemente, levantandose

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