Capítulo 57
Amelia asintió suavemente: “Si.”
Luego levantó la mirada hacia é!. “Lo siento mucho.”
Ella estaba disculpándose sinceramente, en ese momento no pensó mucho, solo estaba preocupada porque Dorian estaba buscando a Amanda y finalmente había encontrado una pista que no debían dejar pasar,
Ella lo conocía desde hace años y sabía un poco sobre su carácter. Esas preguntas, esas respuestas, él no necesariamente las confrontaria directamente, así que pensó en ayudarle de manera indirecta.
La expresión de Dorian no se suavizó con su disculpa.
Solo la miró con calma: “Parece que realmente esperas que encuentre a Amanda.”
Amelia estaba confundida, “¿No es eso lo que siempre has querido y has estado intentando hacer?”
Dorian la miró y prefirió no hablar.
Cuanto más confundida y sincera era su mirada, más opresión sentía en su corazón.
¿Qué tan indiferente tenía que ser para ayudarla tan activamente a encontrar a otra mujer?
“Dejemos de hablar de esto.”
Al final, Dorian terminó la conversación con esa frase.
Amelia asintió obedientemente: “Está bien.”
No volvió a mencionar nada relacionado con Fabiana o Amanda, y cuando regresaron al hotel, se fue directamente a
su habitación.
Dorian observó cómo se cerraba la puerta de la habitación, la miró fijamente por un buen rato, hasta que las emociones acumuladas en su interior se disiparon por completo y regresó a su propio cuarto.
Dorian sabia que debería estar feliz de tener noticias de Amanda.
Cada una de las preguntas de Amelia estaba tratando de ayudarle a confirmar si Fabiana realmente era Amanda.
Perdida desde pequeña, un brazalete que siempre llevaba puesto, una edad similar, cada detalle de su historia y circunstancias encajaban perfectamente con Amanda.
La persona a la que había fallado y por quien se había sentido culpable por más de una década estaba justo delante de él; debería estar emocionado.
Pero no sentía ninguna alegría o excitación, al contrario, cada respuesta de Fabiana era como una piedra lanzada contra su pecho, pesando sobre su corazón.
Cuanto más coincidían las experiencias de Fabiana con las de Amanda, menos probable era que Amelia fuera
Amanda
Dorian incluso comenzó a dudar si llamar a Lorenzo en aquel momento había sido un error.
Una vez que Lorenzo llegara, si Fabiana era o no Amanda, un informe de prueba de paternidad podría confirmarlo.
Una vez confirmado, no habría vuelta atrás ni lugar para el autoengaño.
Por primera vez, comenzó a tener dudas sobre confirmar la identidad de Amanda.
“Si yo fuera ella, ¿qué planeas hacer?”
“Y si no soy ella, ¿qué vas a hacer?”
Les preguntas retóricas de Amelia resonaban en sus oídos, Dorian frunció el ceño, nunca había pensado profundamente en esas preguntas y ahora tenía que enfrentarlas.
Si Amelia no era Amanda, ¿qué planeaba hacer?
¿Qué boa hacer?
Probablemente, cuando llegara el momento, no sería él quien decidiera, sino que Amelia ya habría tomado su propia
decisión
De repente, Dorian no queria apostar.
Al menos no en ese momento de incertidumbre entre ellos, cuando el destino del niño también estaba en el aire.
Al final, volvió a llamar a Lorenzo.
“Mejor no vengas a Zúrich mañana, puede que solo haya malinterpretado la situación.” Con la palma presionando el teléfono, ia voz de Dorian era calmada y controlada.
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