Mi Frío Exmarido romance Capítulo 643

Capítulo 643

Dorian miraba a madre e hija abrazadas, llorando desconsoladamente, y sintió cómo su propia nariz picaba, sus ojos ya húmedos.

Se agachó frente a Serena, la abrazó suavemente y con una voz ronca le dijo: “Serena, dile “hola a mamá“.”

Pero Serena sollozaba aún más fuerte, sus gritos se volvian cada vez más desgarradores, como si quisiera llorar fuera todo el miedo y la angustia acumulados, incapaz de detenerse.

Amelia estaba paralizada en su lugar, con la mano sosteniendo un pequeño osito de peluche aún en el aire, sus lágrimas caian sin control, grandes y pesadas, mientras miraba fijamente a Serena, que no podia recuperar el aliento de tanto llorar, con una mezcla de pánico e impotencia.

El dolor en su corazón al ver de repente a Serena era muy agudo, como si algo la apretara con fuerza, le dolia tanto que no podia moverse.

Queria extender su mano hacia Serena, que lloraba desgarradoramente, pero tenia miedo de hacerlo.

La imagen de su hija llorando desconsoladamente era como una navaja abriendo una herida sangrante en su pecho, haciéndole doler hasta respirar.

En medio de ese pánico y tristeza, alguien tomó suavemente la mano que colgaba a su lado.

A través de sus lágrimas, vio a Dorian,

Él habla liberado una mano para sostener la suya, mientras con la otra seguía abrazando a Serena.

Sus ojos oscuros eran profundos y tiernos, llenos de consuelo y aliento.

Amelia lo miró con una expresión complicada, dudo al mirar a Serena, que seguía llorando con amargura, y con la mano temblorosa que sostenía el osito, intentó acercarse a su hija, queria abrazarla, pero temia que su gesto volviera a lastimarla.

Estaba muy triste, pero su mente seguia en blanco.

No podía encontrar ni un rastro de recuerdo sobre Serena,

Las lágrimas silenciosas se convirtieron en sollozos de tristeza y culpa.

Antes de que pudiera tocar a Serena, la niña se soltó de los brazos de Dorian y se lanzó hacia ella, abrazándola fuertemente con sus pequeñas manos y entre sollozos le preguntó: “¿Por qué… no me quiere? ¿Es porque no soy buena, lloré… no la quería dejar ir, por eso… no me quiere…?”

La frase quebrada volvió a desmoronar el poco control que Amelia habia logrado sobre sus emociones.

“No es eso… yo… no es que no te quiera…”

Intentó hablar entre sollozos, quería decirle que no era así, pero las palabras se atascaban en su garganta, no tenia la confianza para decirle que no la había abandonado, porque en realidad no había recordado a Serena, nunca habia pensado en contactarla.

Simplemente no podia recordarla.

El profundo sentimiento de culpa y remordimiento casi la derribó.

No podia hacer nada más que abrazar fuertemente el pequeño cuerpo de su hija.

Dorian miraba a Amelia y a Serena con una expresión compleja.

Recordó que antes del accidente de Amelia, Serena lloraba repetidamente, pidiéndole que no se fuera de viaje, no esperaba que todavia recordara esos momentos y que se culpara por la desaparición de su madre.

Extendió los brazos y abrazó suavemente a Serena, incluyendo a Amelia en el abrazo, luego le susurro al oido: “Mama no

te ha dejado, Serena, solo se lastimó y no pudo regresar a buscarte.”

Su voz era suave y reconfortante, llena de paciencia.

El llanto desconsolado de Serena se detuvo un poco por las palabras de Dorian.

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