Al escuchar el tono tan directo de Ariel, la actitud de Johana se suavizó un poco. Con voz serena y sin prisas, le dijo:
—Tus papás ya están al tanto de todo esto, y tu abuelo tampoco se opuso, así que lo mejor es que lo resolvamos cuanto antes.
La voz de Johana tenía algo especial, incluso cuando estaba enojada era difícil molestarse con ella.
Ariel, mientras seguía frotándose el cabello, soltó una risa irónica.
—¿Mis papás? —repitió, pero no se detuvo en ese punto. Preguntó con desinterés—: ¿No habíamos quedado en esperar el acuerdo del departamento legal?
Justo al terminar de hablar, el celular que Ariel había dejado en el mueble empezó a sonar.
Se giró, lo tomó sin apuro y vio que era una llamada de Maite.
Ariel lanzó la toalla con la que se secaba el cabello sobre el mueble, y fue hacia la ventana de piso a techo para contestar.
Llevaba puesta una bata gris, el cinturón apenas amarrado y el cuello abierto, dejando ver tanto sus músculos firmes como las cicatrices aún frescas.
Tomó una cajetilla de cigarros y un encendedor, sacó uno y se lo puso en la boca, pero al girarse y ver a Johana, lo pensó mejor y volvió a dejar el cigarro y el encendedor sobre el mueble.
Sin mostrar mayor emoción, contestó la llamada:
—Habla.
La voz de Maite no tardó en escucharse del otro lado.
—Ariel, ¿ya regresó Joha?
—Ya volvió —respondió Ariel, con la misma distancia que usaba con Raúl y Teodoro, como si no hiciera diferencia.
Maite prosiguió:
—Ariel, mira, lo que pasa es que hoy en la mañana fui a buscar a Joha para consultarle un tema de su especialidad, pero no sé cómo la hice enojar.
—Joha se fue molesta y ni siquiera tuve oportunidad de disculparme, así que si ya regresó, ¿le puedes decir de mi parte que me disculpo? Que la invito a comer la próxima vez.
Ariel frunció el ceño ante la petición de Maite.
Sin apartar la vista del paisaje nocturno del patio, con la luz de la luna proyectando la sombra de los árboles, Ariel contestó con voz cortante:
—Mejor no la busques tanto, mantente alejada de ella.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces