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No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces romance Capítulo 319

—Gracias por cuidarme todo este tiempo —dijo Johana con una sonrisa tímida, tratando de sonar ligera pero sin ocultar la gratitud en su voz.

Al escucharla, Ariel detuvo el suave masaje que le estaba dando en las piernas. Levantó la mirada y sonrió con dulzura.

—Joha, somos esposos. No tienes por qué ser tan formal conmigo.

—Está bien —asintió Johana apenas, bajando un poco la cabeza.

Ariel se acercó y le acarició la cara, con una ternura que casi desarmaba cualquier defensa. Sus miradas se encontraron; Johana le regaló una sonrisa ligera, pero enseguida apartó los ojos, como si le diera pena.

Ariel no lo permitió. Levantó su barbilla con cuidado, obligándola a mirarlo de frente.

—¿Qué pasa? ¿Ahora te da pena mirarme? —bromeó, con una risa traviesa.

—No, ¿por qué habría de hacerlo? —replicó Johana, negando con la cabeza.

Sin darle tiempo a nada más, Ariel se inclinó de repente y la besó en los labios.

Johana reaccionó instintivamente alejándose, hasta quedar recostada sobre la cama. Alzó ambas manos y las puso contra el pecho de Ariel, intentando frenar sus intenciones. Esa reacción de rechazo era más fuerte que nunca antes.

Ariel, sin embargo, le sujetó las muñecas y las extendió a ambos lados de su cabeza, inmovilizándola.

No aceptó el rechazo. Primero la besó en los labios, luego recorrió su mejilla, su oído, su cuello...

Después, sus manos se deslizaron por la cintura de Johana, subieron y comenzaron a acariciarla, desabrochándole la ropa. Fue entonces cuando Johana sujetó la muñeca de Ariel con firmeza.

No quería seguir.

Mirándolo directo a los ojos, con una seriedad inusual, Johana dijo:

—Ariel, no quiero.

Antes de que Ariel pudiera contestar, ella añadió:

—Al menos ahora no quiero.

Ariel pensó que su negativa tenía que ver con su condición física. Tocó su frente con la de ella, le dio un beso corto y susurró:

—Joha, a mí eso no me importa. De hecho, esto podría ayudarte a recuperarte más rápido.

Johana no soltó su muñeca.

—A mí sí me importa —dijo, con voz tranquila pero firme.

Y era cierto. No tenía nada que ver con su salud. Simplemente no quería. Sostuvo la mirada de Ariel, sin apartarse ni un centímetro.

El gesto serio de Johana hizo que Ariel soltara una risa entre divertida y resignada.

Al final, aceptó. Le acarició la cara y dijo con suavidad:

Capítulo 319 1

Capítulo 319 2

Capítulo 319 3

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