En aquel entonces, cuando ella quiso dejar el Grupo Nueva Miramar y empezar de nuevo, fue Hugo quien, rompiendo las reglas, la contrató.
Cuando no tenía dinero para comprar una casa, también fue Hugo quien le compró su patente.
Mientras trabajaba en Avanzada Cibernética, Hugo la orientó una y otra vez: la presentó con los veteranos del sector y le reservó las mejores oportunidades.
No solo a ella, Hugo impulsaba con todas sus fuerzas a cada persona de Avanzada Cibernética.
Cuando la vida casi la arrinconó sin salida, fue él quien le tendió la mano y la ayudó a empezar desde cero, dándole la oportunidad de una nueva vida.
Hugo era, sin duda, el gran benefactor de su vida.
En la familia Ramírez, no solo su día a día estaba bien cuidado, también podía exprimir al máximo su potencial profesional.
...
A las dos en punto, cuando terminó la comida, Hugo y los demás regresaron a Avanzada Cibernética, mientras Johana y Delfín subieron a la suite de arriba.
Como aún tenían temas de trabajo por discutir, Johana acompañó a Delfín a su suite ejecutiva. Ambos se encerraron en el estudio a platicar sobre asuntos laborales.
Johana revisó con detenimiento el contrato que Delfín le pasó. Después de leerlo, comentó:
—El contrato está bien. Tú conoces al señor Hugo desde hace más tiempo, seguro tienes más claro que yo cómo es él como persona.
—Esta vez Grupo Transcendencia viene con todo. Además de Avanzada Cibernética, hay otros proyectos en alianza. ¿A qué empresas recomendarías?
Ante la pregunta de Delfín, Johana le sugirió varias de las empresas más prometedoras de Río Plata: mencionó a la familia Durán, la familia Ponce y la compañía de la familia Sosa.
Sin embargo, evitó mencionar a Nueva Miramar, y mucho menos a Soluciones Byte.
No era por prejuicio, simplemente no quería verse involucrada en nada relacionado. Además, conociendo a Delfín, estaba segura de que él tampoco contemplaría al Grupo Nueva Miramar. De hecho, había escuchado que apenas llegó al día anterior, fue el primero en tachar de la lista a Grupo Nueva Miramar, recomendado por el gobierno de Río Plata.
Cuando le preguntaron la razón, él respondió que era por motivos personales, que simplemente no le agradaba esa empresa.
Así que, al preguntarle, en realidad estaba probándola.
Johana no mencionó a Nueva Miramar, y Delfín tampoco.
Después de un rato platicando sobre trabajo, Delfín le sugirió a Johana que fuera a descansar. Ella aceptó y volvió a su propia habitación, en la suite de al lado.
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