No Me Dejes, Aunque No Te Lo Mereces romance Capítulo 361

Johana nunca había dudado de lo capaz que era Delfín, pero aun así se sentía incómoda.

Evitando la mirada de Delfín, murmuró:

—Estás herido, deberías atenderte el golpe primero...

Pero antes de que Johana pudiera terminar la frase, Delfín la tomó de la muñeca, obligándola a mirarlo de nuevo.

Johana se quedó sin aliento, atrapada en la intensidad de la mirada de Delfín, sin atreverse a moverse ni un centímetro.

Por un instante, sus miradas se cruzaron. Johana tragó saliva, preguntándose qué palabras podría encontrar, cuando Delfín se inclinó hacia ella y, sin dudarlo, intentó besarla.

Pero Johana reaccionó rápido, girando la cara para esquivar el beso de Delfín.

Al moverse, los labios de Delfín no alcanzaron los de ella; en su lugar, rozaron suavemente su mejilla.

El contacto de los labios de Delfín sobre la piel de Johana la hizo ponerse rígida, como si el tiempo se hubiera detenido.

Sin apartarlo ni rechazarlo, solo sostuvo en las manos los frascos de yodo y los hisopos, y con voz serena le dijo:

—A decir verdad, yo quise mucho a Ariel durante años. Cuando estuve con él, di todo lo que pude.

Johana hizo una breve pausa antes de continuar, con la voz aún templada:

—Por eso, después de lo que pasó, terminé queriendo irme de Río Plata, pensando en escapar de todo esto...

Se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas, y agregó:

—Así que, Delfín, para mí el tema de los sentimientos ya no es tan importante. Pero voy a hacer todo lo posible para superar esto pronto.

Mientras Johana se explicaba, la mirada de Delfín se suavizó. Incluso pensó que, después de todo, no le había pegado tan fuerte a Ariel.

Apartando el rostro de la mejilla de Johana, Delfín le acarició el rostro, y luego le masajeó con delicadeza la nuca. Su voz se tornó cálida:

—Todavía eres muy joven, no tienes por qué perder la esperanza en nada. Ariel solo es una persona más, no representa a todos los hombres.

Johana asintió:

—Lo sé, voy a salir adelante.

La tranquilidad de Johana llevó a Delfín a tomarle los frascos de yodo y los hisopos de las manos.

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