Rechazada y embarazada del alfa romance Capítulo 3

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Al día siguiente

Después de una noche donde apenas dormí una hora, porque realmente fuimos lujuriosos hasta el final, salimos del hotel y soy llevada a casa, para cambiarme de ropa, para ir a clases.

—Odio cuando debo dejarte, pero, sé que no serías capaz de faltar a una clase, señorita… no, mi señora y estudiante modelo.

—Nos vemos más tarde. — digo lista para salir de su auto, al estar en la fachada del edificio donde vivo.

—Te amo, Rain. No olvides eso jamás. — dice Lake y yo le doy un casto beso.

—También lo amo, novio de Rain. — digo, para después bajar de su auto, sonriendo.

—Señorita Evaniff — dice alguien con voz fría y yo me giro con preocupación.

—Oh no. — susurro al ver al mayordomo de mi padre frente a mí.

—Necesito que me acompañe a un lugar importante, señorita Evaniff.

—¿Desde cuándo esta mi padre aquí? — pregunto preocupada

—Desde ayer, estábamos buscándola desde ayer. — dice el mayordomo y yo trago duro.

Con preocupación, subo al auto que se detiene frente a mí e imploro que no noten que ya no soy la misma y que, si me quito el abrigo, sabrá que no soy la niña inocente que recuerdan. Preocupada, bajo del auto y entro al ascensor, cuando estoy frente a la puerta de su habitación, dudo.

—Es mejor que lo enfrente pronto, ya me ha enviado a retirar sus papeles de la universidad. — dice el mayordomo y de inmediato, abro la puerta para enfrentarlo.

—¡No puedes sacarme de la universidad, padre! — digo molesta, entrando a una habitación donde todos mis tíos y mis hermanos se encuentran.

—Oh, Rain querida, que bueno que nos honras a esta hora con tu presencia. — dice mi padre, mientras todo valor desaparece.

—Padre…

—Rain Evaniff, no, tu nombre es Rain Tsvetkova, ¿no es así?

—No veo algo de malo en que use el apellido de soltera de mi madre. — digo y mi madre se levanta y me saluda con besos para después tomar mis manos.

—Me honra mucho que uses el apellido de mi padre, cariño. — dice mi madre y yo suspiro aliviada porque no va a regañarme.

Sin embargo, el alivio dura poco porque ella me da un golpe fuerte en el brazo que hace que caiga al suelo por la fuerza con la que me pega.

—¡Madre, no golpees así a nuestra hermana! — dicen mis hermanos, corriendo a ayudarme.

—No le he pedido a los gemelos que se metan en esto. — dice mi madre con molestia.

—Madre…

—¡Pero, no te permito que uses el apellido de mi padre para estas travesuras, Rain! — grita mi madre y yo me arrodillo, sabiendo que debo ser sumisa o no podré regresar a la universidad.

—En Rusia, todos me temen o muestran demasiado respeto, porque soy quien tomara el lugar como jefa de la familia. Con solo decir mi apellido, todos se inclinan ante mí, sin darme la oportunidad de ser intima con alguien

—Serás intima con tu esposo. — dice mi padre y yo gimoteo.

—Padre, hablo de tener amigos y con quien hablar de cosas de chicas. Aquí, tengo eso, pero, lo he logrado, porque no uso tu apellido, si no, el de mi abuelo. No quería que me temieran por venir de una familia poderosa y mucho menos, quería tener algún favoritismo por ello.

>> Aquí me tratan bien porque soy una buena mujer y excelente estudiante, y no porque un apellido pesado me respalda. Por favor, pronto tendré que cargar una corona pesada, deja que al menos, procese en un ambiente agradable, que dicha corona va a pesar.

—Eres una humana, Rain. ¡Una humana! ¡Es como si negaras tus raíces y lo que serás! — grita mi padre.

—No los niego, pero, si quiero ser libre al menos, un poco antes de ser prisionera de tantas responsabilidades. Mis hermanos saben lo que se siente y es horrible. — digo y todos bajan la mirada.

‘Creo que con esto, podré volver a la universidad y seguir con mi increíble novio.’ Me digo mentalmente.

Mis padres se miran entre sí y continuo con un discurso que aumentan dramatismo con mis lágrimas, que siempre conmueven a mis tíos. Porque si debo salir bien librada de esto, debo convencerlos a todos.