Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 215

De repente, Noelia se paró frente a Sabrina, interponiéndose ante el cañón de la pistola. Miró a Pío con ferocidad.

—Más te vale que bajes esa pistola ahora mismo y dejes de buscar problemas.

—Si no quieres morir, quítate de en medio. No me hagas decir que un hombre como yo se metió con una niñita —dijo Pío, comenzando a reclutar gente—. Los que confíen en mí, pónganse detrás. Conmigo, seguro que sobreviven. Con los otros, quién sabe, a lo mejor terminan como el resto de la gente del crucero, muertos sin saber por qué.

Lo dijo sin rodeos, apuntando claramente a Ignacio y su grupo.

Los otros cuatro hombres se mantuvieron neutrales, sin tomar partido. Su único objetivo era sobrevivir; la vida de los demás no les importaba.

Uno de ellos, llamado Roque, habló:

—Siendo sinceros, ahora no es momento de peleas internas. Ese hombre tiene razón, lo mejor es mantenernos unidos.

—Los muertos, muertos están. Los que vivimos debemos seguir adelante. Si de verdad hubiera un asesino entre nosotros, no estaríamos aquí charlando. Solo somos supervivientes con suerte.

Una vez roto el hielo, otro hombre, Santiago, añadió:

—Sí, bajen las armas. Unámonos todos y esperemos a que el crucero llegue a puerto para irnos cada uno a nuestra casa.

Este crucero se dirigía a aguas internacionales para actividades ilegales. Si al llegar a tierra llamaban a la policía, sería como entregarse ellos mismos.

Uno tras otro, intentaron convencer a Pío. Quizás se dejó persuadir, o quizás se dio cuenta de que estaba solo mientras los demás se mantenían neutrales, y él solo tenía una pistola contra dos del otro lado.

Aunque matara a dos, ellos también le dispararían y moriría.

Después de sopesarlo, Pío finalmente bajó la pistola. Ignacio y Adriana hicieron lo mismo.

Sabrina llevó a Noelia junto a Ignacio y le susurró:

—Mejor busquemos un lugar para sentarnos, no nos quedemos con ellos. Son demasiado peligrosos.

Los que intentaban mediar parecían buenas personas, pero no lo eran.

Para ser directos, si no hubieran sido secuestrados o hubieran venido a rescatar a alguien, entonces nadie que subiera a este crucero sería buena gente.