Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador romance Capítulo 103

Al atardecer, Karina regresó al departamento con las bolsas de la despensa, lista para preparar la cena.

En ese instante, recibió un mensaje de Lázaro:

[Hoy tengo que hacer algo, no voy a cenar en casa.]

Sintió cómo una sombra le recorría el corazón.

Decía de la boca para afuera “ya te perdoné”.

Pero por lo visto, ni tenía la intención de perdonarla en serio.

...

Al día siguiente, le llegó otro mensaje, esta vez de Valentín:

[¿Ya estás contenta ahora?]

Una pregunta sin pies ni cabeza.

Karina frunció el ceño, llena de dudas.

Quiso preguntarle a qué venía ese drama, pero al final solo bloqueó la pantalla del celular.

Con gente así, hasta una palabra de más es tiempo perdido.

Entonces le escribió a Hugo, su asistente:

[¿Puedes averiguar si ha pasado algo en Grupo Lucero últimamente?]

La eficiencia de Hugo no decepcionó: antes de la comida ya la estaba llamando.

—Señorita Karina, lo de Grupo Lucero está con todo, llevan rato enfrentándose a Grupo Juárez y hasta les han quitado varios proyectos grandotes.

—Pero justo ayer, se dieron un buen golpazo —soltó Hugo, saboreando el chisme—. Dicen que el señor Boris en persona les tendió una trampa con un proyecto fantasma, y Grupo Lucero cayó de lleno. Se les atoraron varios millones de pesos y hasta la bolsa se les vino abajo.

Karina entrecerró los ojos.

Ahora entendía el mensaje de Valentín.

¿De verdad pensaba echarle la culpa de todo eso?

Hugo seguía al otro lado de la línea, emocionado:

—Pero lo raro, señorita, es que este mes Valentín ha estado como si supiera el futuro, atina cada movimiento del mercado. Todos los proyectos que le ha quitado a Grupo Juárez le han salido de maravilla. Por eso el señor Boris tuvo que meterse de lleno para frenarlo.

¿Como si supiera el futuro?

Karina soltó una media sonrisa cargada de ironía.

No, lo que pasaba era que, igual que ella, Valentín tenía una segunda oportunidad.

Solo que él sí había sabido exprimir ese don como un verdadero experto.

Entonces, una idea le atravesó la mente.

Si Valentín podía hacerlo, ¿por qué ella no?

Los ojos de Karina brillaron decididos. Abrió el chat de Lázaro y escribió sin pensarlo dos veces:

[¿En qué va el desarrollo de los drones de rescate del cuartel de bomberos?]

No tardó en llegar la respuesta:

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