Entrar Via

Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador romance Capítulo 152

Lázaro entró al cuarto con paso firme, vestido con una camisa negra impecable y pantalón de vestir a juego. Sus piernas largas cruzaron la habitación en cuestión de segundos.

Sin embargo, la abuela estiró el cuello todo lo que pudo, espiando detrás de él con ansias.

Pero no venía nadie más con él.

La decepción se le notó de inmediato en la cara; se le desmoronó la alegría y, molesta, le soltó una mirada que bien podría haber derribado a cualquiera.

—¿Y mi nuera? ¿No habías prometido que hoy la traerías contigo?

Los ojos de Lázaro se llenaron de una sombra difícil de descifrar.

Él sí había planeado traerla. Quería presentársela al hermano, contarle que ya tenía familia propia.

Pero cada vez que pensaba que, quizás, en el corazón de ella todavía quedaba espacio para alguien más, se le quitaban las ganas.

No quería, ni podía, mostrarle a la persona más importante para él a una mujer que aún no le entregaba todo su ser.

—Está ocupada. No pudo venir —respondió con una voz distante, casi indiferente.

—¡Eso son puras mentiras!

De pronto, la abuela, que no le creyó ni una palabra, agarró la pesada vara de madera que tenía al lado y le pegó con ella a Lázaro.

—¡Eres un cabezadura! ¡Te conozco demasiado bien! Seguro te arrepentiste a último momento y no quisiste traer a la muchacha.

Lázaro se mantuvo erguido, sin moverse ni un centímetro, dejando que la abuela desahogara su enojo.

Resollando, la anciana le gritó:

—¿Qué piensas? ¿Esperar a que esta vieja se muera para entonces traerla y presentármela como se debe?

Lázaro frunció el ceño, pero su voz siguió firme.

—Abuela, le aseguro que usted va a vivir muchos años más.

—¡Ajá! ¡Pero si tú me vas a matar de un coraje antes! —aventó la abuela con un tono entre enfado y resignación—. ¡Esa pobre muchacha tuvo la peor suerte del mundo casándose contigo!

Lázaro apretó los labios, formando una línea recta, y le indicó a la cuidadora que estaba cerca:

—Ayude a mi abuela a subir al carro. Es hora de irnos.

—¡No me voy! —la abuela giró la cabeza, terca como una mula—. Me falta ver a alguien.

Capítulo 152 1

Capítulo 152 2

Capítulo 152 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador