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Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador romance Capítulo 178

—¿Qué dijiste…? ¿Fátima, pagando por… servicios?

—¡Así es! —Belén soltó una carcajada escandalosa, tanto que casi se le iba el aire—. Aunque su mamá, Sabrina, movió todas sus influencias para tapar el chisme, yo soy la reina del barrio para enterarme de todo. ¡¿Cómo crees que iban a esconderme semejante bomba?!

—Yo apuesto a que Fátima ya le ha hecho eso a más de uno. Si no fuera porque ayer la policía recibió una denuncia anónima, diciendo que ahí había gente armando tremenda fiesta con intercambio de dinero y todo, no habrían atrapado a esa fichita.

En ese instante, a Karina le cruzó por la mente lo que pasó anoche: Fátima había drogado a Lázaro.

¿Acaso el “servicio” que Fátima buscaba era… Lázaro?

Karina sintió que algo le quemaba por dentro y toda su expresión cambió.

Ya le había entregado a Valentín a Fátima, ¿y aun así se atrevía a acercarse a Lázaro? ¿Fátima quería arrebatarle absolutamente todo lo que le pertenecía?

La rabia le revolvía el estómago. Fátima no iba a estar tranquila hasta quedarse con todo lo suyo.

—Oye —Belén volvió a la carga con su tono chismoso—, ¿ya viste las noticias de hoy?

Karina parpadeó, regresando a la realidad.

—No, ¿por qué? ¿Pasó algo?

—¡Ay, no puede ser! ¿Tan ocupada andas que ni te fijaste en la bomba de Grupo Galaxia?

—¿Grupo Galaxia? —El corazón de Karina dio un brinco.

De inmediato abrió la sección de noticias en su celular.

El encabezado de finanzas que saltaba al frente tenía letras enormes: [Grupo Juárez anuncia la compra total de Grupo Galaxia].

Los ojos de Karina se abrieron como platos.

—¿Grupo Juárez va a comprar Grupo Galaxia? ¿¡Así de la nada!?

—Yo digo que tu papá le hizo una muy buena a don Boris —analizó Belén desde el otro lado—. Mira, en la noticia dice que la compra incluye a todas las filiales y empleados de Grupo Galaxia, pero los altos mandos… esos sí, los van a sacar a patadas.

Karina apretó el celular tanto que los nudillos se le pusieron blancos. No lograba entender la jugada de Grupo Juárez.

En su vida pasada, Grupo Galaxia nunca tuvo nada que ver con Grupo Juárez; no se cruzaban ni por error. ¿Por qué ahora todo parecía irse por otro camino?

Belén, en cambio, sonaba positiva.

Buscó el celular a tientas: eran las once de la noche.

Se quitó la cobija, bajó de la cama y salió descalza. El sonido de las teclas la guio hacia la sala.

—¿Un bombero pasando tanto tiempo en la computadora? —pensó.

Giró la perilla.

Al abrir la puerta, Lázaro, sentado frente a la laptop, la cerró de golpe —paf—.

Él la miró, la voz ronca.

—¿Ya despertaste? ¿Te sientes mejor?

La desconfianza de Karina se acentuó. Ese hombre ocultaba algo, y no era la primera vez que lo notaba.

No respondió. En cambio, lanzó la pregunta de golpe:

—¿Tú qué haces a estas horas?

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