Renacer sin Perdón romance Capítulo 7

Rosana agachó la cabeza, cubriéndose la boca mientras tosía violentamente. Su espalda delgada se inclinó, sentía como si pudiera toser sus pulmones.

Con un tono hostil, Gerardo preguntó: "¿Crees que fingiendo estar enferma para ganar simpatía me impedirá reprenderte? Te dije que cuidaras de Leonor en la escuela, que le ayudaras a buscar agua y comida, pero mira lo que has hecho, ¡has hecho que ella, estando enferma, te traiga la comida! Y para colmo, no solo no agradeces, sino que además la haces tropezar intencionalmente, ¿acaso los perros se comieron tu conciencia?"

Aguantando la tos, Rosana respondió: "Yo no la empujé, fue ella quien..."

"¿Quieres decir que Leonor se cayó sola porque no se sostuvo bien? ¿Crees que voy a creer en una excusa tan pobre? ¿Admites que lo hiciste a propósito?"

Los ojos de Rosana se humedecieron mientras enderezaba la espalda: "No lo admito."

De repente, un golpe sonó en su rostro, provocándole un dolor ardiente al instante, pero por más doloroso que fuera el golpe, no se comparaba con el daño en su corazón; ese dolor la dejó entumecida.

"Gerardo, ¿por qué recurres a la violencia?" Julio entró rápidamente y detuvo a Gerardo, furioso.

"Julio, ella ha hecho algo tan malvado y no lo admite, ¡no puedo tolerar tener una hermana tan cruel y sin sentimientos!"

Parada en la puerta con una venda en la mano y una expresión lastimera, Leonor dijo: "Gerardo, ya dije que fue mi culpa, no tiene nada que ver con Rosana."

"Leonor, eres demasiado buena. Hoy tengo que reprender bien a Rosana para que no continúe con su mala conducta."

Cuando Gerardo intentó actuar nuevamente, Dionisio arrastró una silla con un ruido chirriante del suelo.

Rosana volteó al escuchar el sonido.

Con el rostro inexpresivo y apoyado en la mesa, el médico tenía una mirada fría y clara: "¿Ustedes son familiares de la estudiante?"

Julio asintió: "Sí, somos sus hermanos."

Dionisio levantó una ceja: "Eso habría que verlo con lupa, si no hubieran dicho que son familia, estaría a punto de llamar a la policía por violencia contra menores."

Viendo la cara hinchada de Rosana, Gerardo respondió con un tono áspero: "¡No entiendes, estoy enseñándole una lección!"

Julio se quedó sin palabras, pensaba que Rosana estaba sana y no se enfermaría por mojarse como Leonor.

Gerardo miró a Dionisio con desdén: "No sabes, Rosana siempre ha fingido estar enferma para evadir responsabilidades, esta vez incluso lastimó intencionalmente a Leonor, pero el padre de Leonor murió tratando de salvarla, a veces realmente quiero abrir su corazón y ver si es negro."

Con la garganta ardiendo y sintiendo dolor, Rosana quería defenderse, pero al final no dijo nada. De todos modos, ellos no le creerían.

Mordiéndose el labio, Leonor dijo: "Todo es mi culpa, no debí haber sido tan torpe, tampoco debí haber intentado ser fuerte y traer comida para Rosana."

"En efecto, es tu culpa." Dionisio, con una mirada fría, concluyó: "Si estás enferma y recibiendo tratamiento, no debiste ir al aula. Sabiendo que estás enferma, no deberías causar problemas a otros, no intentes actuar como si tu debilidad te diera la razón."