Siete Años para Olvidar romance Capítulo 64

Miguel negó con la cabeza.

—No, para nada. Fue justo ahora que la directora Espinosa pidió que me probara el vestido y ahí nos dimos cuenta de que estaba roto.

O sea, desde el principio hasta el final, solo hubo dos personas que tuvieron el vestido en sus manos: Daisy y Vanesa.

Aunque Daisy no tenía pruebas claras de que Vanesa hubiera dañado el vestido a propósito, sí estaba segura de que todo esto iba dirigido hacia ella.

No era alguien que buscara problemas, pero tampoco era de las que se echaban para atrás.

Ya que el asunto la estaba alcanzando, no tenía razón para esconderse.

—Miguel, dile a la gente de seguridad que revisen las cámaras —ordenó Daisy sin dudar.

Vanesa, por su parte, se mantuvo tan tranquila como si el daño al vestido no tuviera nada que ver con ella.

Después de revisar, el área de seguridad le entregó a Daisy algunos datos útiles.

Resultó que, después de haber traído el vestido de vuelta, solo tres personas entraron al almacén y tuvieron oportunidad de acercarse al vestido: Daisy, Miguel y Vanesa.

Pero no había cámaras dentro del almacén, así que no existía ninguna prueba directa sobre quién lo había dañado.

Miguel fue el primero en alterarse.

—¡De verdad no fui yo! ¿Cómo se me ocurriría hacerle algo al vestido? Ni vendiendo mi alma podría pagarlo si lo arruinara.

Vanesa soltó una risa despectiva.

—¿Creen que fui yo? ¡Ese vestido me lo mandó a hacer especialmente Oli! Lo cuido más que nada, ¿cómo creen que lo dañaría? Además, si lo hubiera hecho, ¿qué me pondría mañana?

Con esas palabras, daba a entender que el asunto tenía que ver con Daisy.

—No falta quien se muere de envidia y hace estas cosas para que yo no pueda ir a la cena de celebración tan importante de mañana —aventó Vanesa, echándole leña al fuego.

Hasta Miguel volteó a ver a Daisy, dudando.

En ese preciso momento, sonó el celular de Vanesa.

Ella miró la pantalla, y de inmediato su expresión cambió a una sonrisa encantadora. Respondió de inmediato, usando una voz dulce:

—Oli, justo te iba a marcar. El vestido que me mandaste a hacer está arruinado.

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