Siete Años para Olvidar romance Capítulo 70

En realidad, lo que más pesaba era que Cintia no quería que Daisy se quedara a cuidarla, temía que se agotara demasiado.

Al fin y al cabo, Daisy solo necesitaba recuperarse tras la operación, no había mucho más que hacer.

Además, Cintia ya había contratado a una cuidadora, así que no habría problema alguno.

Al bajar en el elevador, Daisy se topó de casualidad con alguien conocido.

El otro también se sorprendió al verla.

—Ayala, ¿qué haces aquí?

Andrés López traía en la mano un termo grande, seguro venía de visita para alguien.

—Mi mamá está internada —respondió Daisy, y luego le preguntó—: ¿Tú también vienes a ver a algún familiar, López?

—Es mi mamá. Se cayó hace un par de días.

—¿Fue grave?

—Se fracturó, pero no es nada serio.

—Qué bueno que no le pasó nada grave.

Daisy y Andrés López se habían conocido cuando trabajaban en un proyecto juntos, ese que Daisy veía con mucho futuro, pero Vanesa terminó descartando el plan de inteligencia artificial.

A decir verdad, Daisy sentía algo de pena, porque fue ella quien buscó a Andrés López en primer lugar.

Por su parte, Andrés López tampoco entendía muy bien lo que había pasado, y ya que la tenía enfrente, no perdió la oportunidad para preguntar:

—Ayala, ¿no que Grupo Prestige estaba muy interesado en mi desarrollo de Suup? ¿Por qué de pronto dijeron que no iban a invertir?

Andrés López era de los que se dedican a la tecnología; no entendía mucho de los enredos del mundo empresarial y siempre iba directo al grano.

—Te pido una disculpa. En Grupo Prestige cambiaron de directora de inversiones, y ahora ella es la que toma las decisiones. Ya no tengo voz ni voto en ese tema.

Andrés López frunció el ceño.

—Con razón… Desde el principio fuiste tú quien estuvo en contacto conmigo, y al final fue otra persona la que me avisó que ya no iban a apostar por el proyecto.

—Perdón.

Pero Andrés López negó con la cabeza.

—¿Tú por qué te disculpas? Si tú fuiste quien estuvo moviéndose para sacar ese proyecto adelante y al final te quedaste sin nada, el que debería disculparse soy yo.