Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 285

Alicia, con una expresión fría, dijo: —Deberías entender que fuiste tú quien se alió con Bruno para hacerme daño. ¡Tú eres la verdadera criminal aquí, no yo!

—¡Eso es tu error, Alicia! ¿Por qué no ayudaste desde el principio? —replicó la otra voz.

—¿Por qué debería ayudarte? Además, ahora que Bruno ha sido arrestado, todos esos videos y fotos serán eliminados, nunca se filtraron. Eres tú quien ha sido estúpida, ¿a quién más puedes culpar?

Patricia se derrumbó al darse cuenta de que había dicho algo incorrecto, algo que no debía haber mencionado.

Esto hizo que Alicia revelara la verdad.

La profesora miró a Patricia y preguntó: —¿Cómo explicas esto?

Patricia, temblando de miedo, respondió: —¡No fui yo, no fui yo, no tiene nada que ver conmigo!

—Pero muchos estudiantes escucharon tu conversación con Bruno anoche; tú planificaste esto con él.

—Patricia, ven con nosotros a aclarar esto, o de lo contrario tendrás que ir a la estación de policía.

Patricia, aterrada, comenzó a llorar desconsoladamente y se refugió en su cama, negándose a moverse y resistiéndose a ir con los profesores.

Los profesores se miraron entre sí, algo perplejos por la actitud de Patricia, pero sin atreverse a forzarla.

Alicia sonrió con desdén: —De todos modos, tendrás que dar tu declaración cuando llegue la policía. Después de todo, Patricia y Bruno son cómplices, y me aseguraré de que este asunto se lleve hasta las últimas consecuencias y enfrenten el castigo de la ley.

Al oír esto, Patricia colapsó, llorando aún más: —¡Yo también soy una víctima, ¿por qué debería ser castigada?!

Un profesor intervino: —Patricia, si realmente eres una víctima, entonces explícanos claramente lo que pasó. Así podremos ayudarte cuando hablemos con la policía. De lo contrario, solo tus padres podrán sacarte de esta con una fianza.

—¡No puedo dejar que mis padres se enteren, me matarían!

Al oír que tendrían que llamar a sus padres, Patricia entró en pánico.

Finalmente, aunque a regañadientes, Patricia accedió a irse con los profesores.

Pronto, solo quedaron Alicia y Sara en el dormitorio.

Alicia miró a Sara: —Hay personas que simplemente no tienen remedio. Patricia fue la primera en difamarme.

—Lo sé, Patricia se lo ha buscado.