Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 679

Alicia sostenía el teléfono, como si todo el bullicio a su alrededor hubiera desaparecido.

—¿Ocurrió algo?

Su voz era tan grave y magnética como siempre.

Alicia pensó por un momento antes de hablar: —¿Tienes tiempo? Necesito tu ayuda con algo...

—Sí, dime.

Roberto no esperó a que ella terminara de hablar; interrumpió la reunión y salió al exterior.

Estaba algo nervioso: —¿Dónde estás? Voy para allá.

—Hoy es el día del intercambio de muestras, en el centro de exposiciones anterior. Ha surgido un problema, pero no puedo localizar a Valentín, así que sólo pude llamarte a ti.

—No te preocupes, espérame ahí.

Roberto colgó mientras miraba a las personas que lo habían seguido: —Tengo un asunto urgente, debo salir un momento.

—Jefe, pero la reunión aún no ha terminado.

—Tú encárgate de dirigirla. El precio mínimo de negociación es el que ya acordamos. Si no aceptan, entonces se cancela.

Dicho eso, Roberto se dio la vuelta y se marchó apresuradamente del edificio.

Alicia miraba el teléfono tras colgar la llamada. Mientras él pudiera venir, entonces lo que ocurría hoy no terminaría tan fácilmente.

Le envió un mensaje, resumiendo brevemente lo que acababa de pasar.

Ahora mismo no podía alejarse y no tenía forma de investigar si la patente de la que hablaba Jorge era real o no, pero si era él quien lo investigaba, probablemente podría averiguarlo muy pronto.

—¿Qué están haciendo? ¡No toquen nuestras muestras! ¿Pueden hacerse responsables si se rompen?

María se acercó con una sonrisa en el rostro, sosteniendo un ramo de rosas, y dio una patada a las muestras: —¿Con este tipo de falsificaciones quieren competir con el Grupo García?

—Mari tiene razón. Alicia, te aconsejo que te vayas cuanto antes de esa empresa de cuarta, antes de que te arrastre a ti también.

Marco también se acercó, con pasos algo lentos.

Alicia vio su pierna y chasqueó la lengua: —¿Sientes ahora una molestia, como una sensación de ardor?

—¿Qué quieres decir con eso?

Los ojos de Marco mostraron desconfianza. ¿Cómo sabía Alicia lo que él sentía en ese momento?

Alicia sonrió: —Esa sensación de ardor indica que estás sangrando. Será mejor te revisen.

Cuando Marco no pudo evitar mirar hacia abajo y levantarse el pantalón para revisar, María lo detuvo.