Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 699

Cuando Alicia dijo eso, todos los compañeros de la escuela de negocios inhalaron profundamente.

Aunque todos habían oído hablar del asunto y vieron que Lucía, inusualmente, hoy llevaba pantalones largos para cubrir los tobillos, ¡nadie se atrevió a decir nada!

¡Nadie esperaba que Alicia fuera tan valiente como para mencionar directamente el tema del grillete electrónico!

Cuando Lucía lo escuchó, sintió como si su mente explotara, su rostro se tiñó de rojo y solo sintió una profunda humillación.

Furiosa, Lucía corrió hacia Alicia: —¡Te voy a matar, perra! ¡Paleta!

Alicia giró ligeramente su cuerpo, y Lucía, al perder el equilibrio, cayó directamente al suelo.

Con esa caída, el grillete electrónico en su tobillo quedó completamente expuesto.

Muchos compañeros lo vieron, e incluso hubo algunos que sacaron en secreto sus celulares para tomar fotos.

Alicia miró y dijo: —Así que esto es un grillete electrónico. Un "lujo" como este, yo de verdad no podría permitírmelo, pero te queda bastante bien.

—¡Alicia, te voy a matar! ¡Te haré pagar muy caro por esto!

Lucía rápidamente tiró del pantalón para cubrir el grillete electrónico. Miró con fiereza a los que la rodeaban: —¿Qué miran? ¡Tengan cuidado o les sacaré los párpados y no podrán quedarse ni un día más en esta escuela!

Los compañeros bajaron la cabeza uno tras otro, sin atreverse a mirarla a los ojos, temerosos de convertirse en el próximo blanco de la arrogante y prepotente heredera.

Alicia habló con frialdad: —Lucía, parece que nunca aprendes. Si vuelves a hacer algo ilegal, lo único que te espera es la cárcel.

Lucía la miró con los ojos desorbitados, fríamente, y dijo: —Entonces te arrastraré conmigo.

—Y yo arrastraré a toda la familia Mendoza. Todos caeremos.

Alicia la miró y dijo: —¿Sabes cómo vino tu madre a buscarme para negociar una reconciliación por tu culpa?

Lucía se puso roja de la rabia de inmediato.

Alicia no le prestó más atención y se dio la vuelta para marcharse.

Sara, que caminaba a su lado, comentó: —Lucía está completamente desequilibrada, comparada con Gabriela, son personas totalmente distintas.

—En esencia, son iguales. La diferencia es que Gabriela es un poco más inteligente. Lucía está malcriada.

Carlos levantó la cabeza: —He estado encerrado en casa estos días, recién ahora pude volver a la escuela. Mi madre, por lo de María, casi me rompe las piernas.

—Podrías mirar las noticias, las que hablan del proyecto de inteligencia artificial del Grupo García. Después de eso, no me harías una pregunta tan estúpida.

Alicia siempre había pensado que Carlos era un hombre libertino, ¿acaso de verdad se había enamorado tanto?

Carlos sacó apresuradamente el celular y buscó. Su expresión cambió drásticamente: —No puede ser, esto no puede ser... Seguro la familia García la obligó, ¿verdad? ¡María me dijo que en esta vida solo me amaría a mí!

¿Cómo era posible que María estuviera con Marco, e incluso planeando casarse?

Alicia mostró una cara de burla: —Si tanto amabas a María, ¿por qué huiste en la fiesta de la familia Pérez?

Carlos se mostró algo incómodo: —En ese momento estaba muy enojado, pensé que de verdad estaba coqueteando con dos hombres al mismo tiempo. Pero ella me lo explicó, dijo que fue porque la familia García la estaba presionando.

Durante el tiempo que estuvo encerrado, su madre fue quien respondió los mensajes de María en su nombre, y fue ella quien terminó la relación. Ahora María lo había bloqueado, y él no había vuelto a la escuela hasta ahora.

Alicia despreciaba profundamente a este tipo de hombres tontos, sin un mínimo de sentido de responsabilidad.

—No digas tonterías, yo no tengo ninguna relación con ese apellido.