Él retiró su mano de mi boca manteniendo aún su otra mano en mi entrepierna agitándola ahora de una forma más suave, casi como si no buscara que se levantara, sin embargo, comenzó a besar mi cuello por la parte de atrás diciéndome que lo siguiera, al principio quise negarme, pero me hizo sentir su semi erección que según él debía bajar como un hombre responsable de sus acciones haría. Lo seguí, en el ascensor atrapó mis labios dejándome sin aliento hasta que llegamos al estacionamiento del edificio.
No sé a dónde íbamos, no obstante, él conducía un poco inquieto por la carretera maldiciendo en varias ocasiones hasta que, sin poder soportarlo más, tomó mi mano y la obligó a tocar su entrepierna, mis mejillas se pusieron rojas por lo que estaba pidiéndome, de hecho, me hizo el trabajo más fácil tras abrir su pantalón y de esta manera pude sentir su mojado miembro que se endurecía cada vez más. Me gustaba subir y bajar mi mano, al principio lo hice de forma lenta con cierta inseguridad, por lo menos hasta que tomé más confianza.
Su entrepierna era suave, estaba mojada por lo que a su vez estaba un poco resbalosa por culpa de sus propios fluidos, no sé por qué cuando suspiró me relamí los labios queriendo torturarlo e incluso hacerle pasar un mal momento tal como él hizo antes conmigo, sólo que nadie nos interrumpió en su auto de ventanas polarizadas así que mi misión se vio un poco fallida hasta que llegamos a su enorme casa. Yo al nada más ver su garaje quedé totalmente sorprendido tras ser mucho más grande que mi propio departamento, además su casa era hermosa.
Tenía una propiedad preciosa, la entrada era señorial y los marcos de las ventanas eran completamente blancos, haciéndola ver incluso más elegante de lo que en realidad era. La textura de las paredes simulaban ser piezas de piedra.
Me recordaba un poco a la casa de mis abuelos, aunque obviamente era mucho más pequeña comparada a la casa de Patterson, que, por cierto, no estacionó su auto de forma correcta, este simplemente lo detuvo en la entrada antes de salir de su auto, yo lo seguí con cierta desconfianza y me adentré a su casa cuando en una pequeña ranura de la puerta él puso su mano, la puerta se abrió al instante y pude escuchar un "Bienvenido, joven Patterson ¿desea algo en particular?" Que sonaba de algún lugar de la casa, pero se sentía como si lo tuviera al lado.
Su tecnología era alucinante, era muy avanzada por lo que para una persona como yo logra despertar la curiosidad, tras ser una tecnología increíble que yo no podía tener. Ahora bien, volviendo al tema de la voz que se escuchó, Patterson respondió mirándome a los ojos a medida que mordía mi labio inferior. Él respondió con un:
–Sólo metérsela hasta el fondo a nuestro invitado... –yo desvié la mirada por lo que comenzó a besar mi cuello antes de dirigirme a lo que parecía ser su habitación.
–Eres tan lindo...– me dijo con unos suspiros envueltos a sus palabras.
–C-Cállate... nngh...– gemí por lo que sonrió acercándose a mis labios, pero desvíe la mirada cuando sus labios estuvieron a nada de besar los míos.
–Joder, que lindo eres...– dijo embistiéndome más fuerte, yo giré mi cabeza para mirarlo por lo que atrapó mis labios llevándose consigo una parte de mí, no quiero besos, para tener sexo sin sentimientos no es necesario besarse, debería detenerse, no me gusta que me bese, no de aquella forma tan dulce y a su vez apasionada.
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