Sebastián
— ¿Seguro que estás bien Sebastián?— me pregunta Xavier.
Ya hasta había evitado verme en el espejo. El reflejo simplemente me recordaba que había sido yo quien le había hecho daño a ella, yo le había hecho daño a mi mate; la única cosa que un hombre lobo no debería hacer. Pero si me veía como me sentía, pues entendía la pregunta del alfa.
Desde hace días sentía que me moría por dentro. Sufría y lloraba de dolor. La gente en la manada me daba miradas preocupantes y yo intentaba poner mi mejor cara. Entrenaba más fuerte que nunca, pero igual me sentía débil y mi lobo estaba totalmente abatido, había días en que simplemente no lo sentía.
Yo sentía que algo se había roto, que iba a ser prácticamente imposible de volverlo a unir.
Supongo que yo confiaba en que iba a tener una mate elegida o no, y que ella me iba a amar y elegir a mí siempre.
Jamás pensé en la posibilidad de que ella no me eligiera, que no retornara mi afecto. Era un creído y ahora me doy cuenta de eso.
— Estoy bien alfa, simplemente un poco cansado con todo lo que ha sucedido estos días— respondo. Xavier suspira.
— Al menos tu Luna está segura en tu manada. Yo… quisiera tener tanto una mate. A veces… pienso que mi mate destinada existe… y puede estar pasando peligro, y yo sin saber dónde está, y sin poder hacer algo por ayudarla— dice el alfa apesadumbrado.
Es un hombre tan grande como yo, de cabello largo y aspecto salvaje, pero cuando habla de la mate que ni siquiera conoce, sus ojos brillan.
— Creo que nunca perderé la esperanza de conseguir a mi mate destinada— dice él suspirando.
Y yo tengo la mía, pero ni siquiera me quiere cerca. Supongo que somos dos hombres que no tienen nada de lo que desean. De repente, aparece Fabrizio.
— El perímetro parece asegurado, por supuesto que el tema del pueblo es otra cosa— decía haciéndonos olvidar nuestra conversación triste. Me pregunto si los vampiros tendrán también una mate o una compañera. No me imagino vivir tantos años en este mundo solo.
— Sí, el tema del pueblo es complejo. Más si Marco lo tiene de objetivo. Hay rogues, el concilio… cayeron todos los males— dice Xavier.
— Tatiana tiene una amiga ahí muy querida y temo que ella sea un blanco fácil estando ahora sola y sin el restaurante funcionando— digo.
Ya le he fallado a Tatiana lo suficiente como para ahora meter la pata de nuevo con la gente que ella ama.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...