Una curvy para el Alfa romance Capítulo 101

— Ellos pueden ser la solución de nuestra especie— le digo y él asiente.

— Los humanos crean el balance. Pensé que porque no tenían poderes… pero si lo tienen, solo que es diferente al nuestro. Ya se lo he dicho, realmente es un Alfa muy poderoso, y puede serlo aún más. Quizás las dificultades que tiene que pasar es lo que lo hace tan fuerte con respecto a otros. Las dificultades nos moldean, nos permiten crecer aun cuando sean muy duras— dice Fabrizio.

— Gracias, amigo— le digo y él me sonríe.

— Y en cuanto a su Luna… la diosa luna a la que los vampiros también rezamos... no te va a desamparar con tu mate. Lucha por ella— me dice cuando llegamos a mí territorio.

— Así haré— digo y me despido.

Tengo que luchar por ella, eso es claro. La he visto desde afuera suspirando como un tonto, y he hecho lo que ella me ha pedido. Solo me atreví a enviarle regalos y esperaría el tiempo que sea necesario.

Pero tiene que haber una forma de demostrarle todo lo que yo siento y todo lo que estoy dispuesto a hacer. Y yo me pasaré la vida intentándolo.

Cuando estoy cerca de la casa veo a Noemí y a los gemelos angustiados.

— ¡Alfa!— me dicen y tengo un pésimo presentimiento.

— ¿Qué sucede?—

— Luna…— y yo voy corriendo a ver qué pasa.

— Está así desde hace unos minutos, no se despierta y parece que tuviera pesadillas— dice Martín, angustiado mientras el doctor de la manada viene junto a Henry. El doctor la revisa, pero por la expresión que tiene es obvio que no he encontrado nada.

— Lo siento Alfa, parece estar en perfecto estado, simplemente creo que es que su corazón... sufre y muy dentro de ella no puede soportarlo— dice el hombre y yo siento que me quiero morir.

Es mi culpa, es mi m*****a culpa.

— ¿Qué podemos hacer?—

— Simplemente, esperar, confiar en que su cuerpo se va a recuperar y que ella podrá salir de esto sola— dice. ¿Sola? Jamás la querría dejar sola, tiene que haber algo que yo pueda hacer.

La noticia es desbastadora para todos. Ella pareciera que va empeorando con las horas, su presión baja y se va poniendo cada vez más pálida y yo siento que va dejando este mundo.

Pasa el día siguiente y yo no me separo de ella. El mundo se puede caer y yo seguiría aquí con ella. Connor está desconsolado y yo me siento cada vez más débil, no como, no duermo, casi no vivo.

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