Una curvy para el Alfa romance Capítulo 102

Sebastián

— Connor... soñé contigo... soñé que venías a sacarme de esa pesadilla. Me salvaste…— dice ella acariciando el pelaje de mi lobo.

Se ve mucho mejor, y con todo y eso dista de ser la Tatiana de siempre. Realmente le ha afectado estar aquí mucho más de lo que yo pude anticipar.

Le ha dañado mi imprudencia, mis presiones, y la soledad en la que la dejé. Hice tanto que es mi culpa, que ni siquiera me atrevo a volver a mi forma humana.

Por ahora mi lobo la mantiene calmada y feliz, ella sonríe y lo mira a los ojos... y yo sueño que me mire a mí así.

— ¡Oh Tatiana!— aparecían sus hermanos, Noemí y su mate haciendo un alboroto por verla mejor. Connor les gruñe a todos y se coloca frente a su mate deseando estar solo con ella.

— Vamos Connor... los necesito también a ellos, no solo a ti...— dice ella abrazando a mi lobo y yo siento que me tranquilizo.

— Es maravilloso verte bien de nuevo— decía Noemí mientras le traía un plato de comida.

El humano se mantenía aún alejado de mí, mirando mis colmillos, temiendo un ataque. Él ya no era considerado un enemigo, pero aun así un lobo es celoso con su mate eternamente.

Por un tiempo mi mate come, se ríe y parece estar cobrando ánimo cada vez más. El médico también viene a verla, señalando que sea lo que sea le haya sucedido, parece que eso ha terminado, y son las mejores noticias del mundo.

— Sin embargo, recomiendo que lo mejor es que su mate esté con ella el mayor tiempo posible... somos aún muy nuevos en comprender cómo funciona el vínculo en humanos, pero me atrevería a creer que la cercanía con el alfa la ha ayudado a mejorar significativamente— dice el doctor y Connor aúlla de felicidad, y veo en la esquina a mi abuela dándome una sonrisa.

Ella me necesitaba... el vínculo realmente nos une e impacta. Quizás hay una esperanza para nosotros.

— Será mejor que descanses... estaremos aquí para lo que necesites... Luna— le dice mi madre con una sonrisa y escucho como el corazón de Tatiana da un pequeño salto.

Es así mi madre la ha reconocido, la misma luna de esta manada ha reconocido el poder de ella. Y felizmente nos quedamos de nuevo solos y ella se acurruca en mi pelaje mientras Connor disfruta del perfume de nuestra mate.