Ella golpea las ventanas gritándonos desesperada, sus ojos llenos de miedo, y nuestros atacantes aparecen frente a nosotros.
Ya no eran solo vampiros, ni rouges, sino directamente la manada Razzio, algunos con sus lobos y otros, descaradamente atacándonos en su forma humana con pistolas, lo que solamente podía significar...
— ¡Balas de Wolfsbane!— gritaba yo, mientras el resto también parecía haberlo entendido.
Connor toma el poder y yo iba detrás de los lobos embistiéndolos salvajemente, mientras Fabrizio iba directamente a los hombres con las armas, ya que el Wolfsbane no le afectaba. Pero si ellos tenían balas de plata... la situación sería más complicada.
Henry rugía mientras yo llamaba a otros guerreros a venir con nosotros, sentía que algo nos aislaba, ¿cómo era posible que hubiesen podido atacar tan fácilmente en nuestra propia frontera? ¿Qué demonios estaba sucediendo?
— ¡Ayuda! ¡Ataque!— gritaba yo a través de nuestro vínculo, pero casi no tenía respuestas.
Xavier parecía una bestia inmensa que se llevaba por delante a lobos y a hombres de un solo zarpazo. Yo veía algunos correr mientras él los perseguía y dejaba un rastro de sangre por donde andaba.
Escuchaba a lo lejos los gritos de Tatiana que se hacían más agudo y cuando volteé veía que un hombre la sacaba del auto, prácticamente jalándola del vehículo, y por su rapidez sin duda tenía que ser un vampiro.
— ¡No! ¡Con mi mate no!— decía yo y ya Henry estaba en su lobo, corriendo hacia el vampiro. Era un lobo joven, pero yo ya sabía que amaba a su hermana con locura.
Yo apuraba mis patas y veía al guerrero peleando con todo lo que tenía, hasta que escuché un disparo y el lobo aullaba, gimiendo de dolor, desplomándose en el suelo.
— ¡Mi niño! ¡No!— gritaba ella desesperada. Yo sentía el dolor de ella, su pena y tormento.
— ¡No! ¡No!— lloraba ella casi de rodillas..
— Animales asquerosos…— decía el vampiro entre dientes, Henry se levantaba a duras penas mientras el vampiro iba a apuntarle de nuevo.
Yo corría desesperado hasta que vi que ella se abalanzaba sobre el vampiro y yo aullaba completamente angustiado.
— ¡No Tatiana! ¡Por favor!— yo gritaba, pero solo salía un gruñido.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...