Sebastián
Ella estaba feliz, y nada más importaba. Y ahora la tenía en mis brazos, podía dar rienda suelta a mis deseos y anhelos.
—Luces tan hermosa que me parece que es un sueño— le digo teniéndola sobre mi regazo mientras estamos sentados en un gran mantel que había colocado para que ella estuviera cómoda.
Desde que la vi, sus curvas estaban marcadas y yo necesitaba tomarla, apretarla, y desesperadamente, marcarla.
—Cada día estás más preciosa, y podría dedicar días a apreciar todas sus curvas— le digo mientras le quito el vestido y la veo en una sencilla pero deliciosa lencería negra.
—Mi Tatiana… luces muy tentadora... ¿Lo sabes?— le digo pasando mi mano por la tela del conjunto.
—No creo ser tentadora en lo absoluto— responde con vergüenza, y la miro sin poder creerlo. ¿Es enserio?
—Estás muy equivocada… ¿No ves que me vuelves loco cada vez que te veo? ¿Que haces brillar los lugares a donde entras? ¿Qué iluminas todo Tatiana?— digo besando su cuello.
—Sebastián…— dice suspirando y está matándome la anticipación.
—Soy feliz de que tus curvas sean más pronunciadas, me encanta que seas así. Aunque debo decir, que no solo son tus curvas…tienes algo que es difícil de explicar, y es mucho más que tu cuerpo. Eres muy especial mi mate, todos lo saben… pero nadie puede explicarlo. Yo me conformo con que eres mía, y yo tuyo— le digo presionando, masajeando sus muslos y ella jadea.
—Pero créeme que de cualquier manera eres la mujer con la que sueño, siempre lo serás— digo susurrándole al oído.
—Es solo que… no soy como las demás… no…— dice dudando.
—¿Para que quisieras ser como los demás? ¿Cambiar tu cuerpo? Si eres perfecta…— digo tomando su pecho bajando por su vientre. Ella jadea y de repente, no parece importarle nada más. De todos modos, aqui solo importamos nosotros y este momento.
—¿Te gusta como te toco aquí... mate?— pregunto moviendo mis dedos y ella suelta un pequeño grito.
—Sin duda... me conoces bien... sabes cómo…— dice completamente perdida en las sensaciones.
Tatiana se retorcía y yo apretaba mi entrepierna contra ella. Le quito el brasier de un solo movimiento, tener su cuerpo para mí me enloquece. Esta mujer es mi paraíso.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...