—Vas a hacer lo que yo te diga... mocoso. Ahora llévenselo…— dice él y yo siento como me arrastran y me llevan a otra habitación. Al cabo de un tiempo, de la nada aparece Janet.
—Janet…—
—Shhhh yo puedo ayudarte. Pero tienes que venir conmigo y marcarme. Si yo soy tu mate... no te van a poder unirte a Catalina. Te dije que ibas a necesitar mi ayuda al final, además ya he mostrado mi valía, ¿no es así? Te salvé…— dice esperanzada.
—A ti te van a casar con Marco…— digo suspirando de dolor.
—Sí... pero no confío en él. Es… cruel… y se rumorea que caza a mujeres. Esta es la mejor opción para ambos. Tú y yo, siendo mates como siempre debía haber sucedido— y me doy cuenta de que cada uno aquí está pendiente de sus propios intereses, y que todos me usan.
—No puedo …— le digo y veo su cara de decepción. No hay forma, nunca lo haré.
—Entonces sufrirás igual que yo voy a sufrir… incluso me encargaré de que sea más— dice llena de ira y se va.
Me despierto con otro dolor punzante y soy arrastrado hasta otra habitación donde me dejan y cierran la puerta y ahí me encuentro con que no estoy solo, sino que está Catalina, en una pieza de lencería que le cubre menos que lo que expone.
Es de color rojo, llena de encajes, y transparencias, con pequeñas tiritas que se sostienen con lazos. Está vestida para seducir, maquillada, luciendo extravagante.
—Sebastián...sabes que siempre te he querido ¿Verdad? El amigo sexy de Marco… siempre te veía y soñaba que estuviéramos juntos…— dice acercándose a mí.
—No tengo ningún interés Catalina…— digo y ella sonríe. Tiene zapatos altos y se mueve meneando sus caderas.
—Tienes que entender que este acuerdo nos beneficia a todos... tu padre lo está haciendo porque tú le importas y también la manada…— dice ella con expresión condescendiente mientras se acerca a mí.
Con movimientos lentos, va desandando los lazos y cae la poca tela que cubre su pecho. Se muerde un labio cuando me observa, convencida de que yo caeré en sus redes.
—Vete de aquí Catalina… yo sigo siendo el alfa de estos territorios y no te he invitado… no eres bienvenida a Medianoche— digo lo más firme que puedo mientras aprieto mi herida con las manos.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...