Pienso en todos nuestros enemigos, su padre, Janet. Estamos solo él y yo y no hay nadie más. Y empiezo a entender el caos.
—No te pido que me creas ahora... me mata que me odies. Y, sin embargo, en este preciso momento tienes todo el derecho de hacerlo. Si yo te hubiese encontrado en la misma situación… no sé de qué hubiese sido capaz. Estás en peligro, siempre ha sido a ti a quien han querido y si me quieren emparejar con esta mujer… quiere decir que tienen otros planes para ti... y no podría soportarlo— dice.
Escuchamos más pasos y Sebastián se levanta y va a lanzar más vidrios cuando veo que los guerreros caen muertos en segundos, sin él hacer nada.
—¿Qué…?—
Vemos que quien ha atacado es Henry y pareciera que el alma nos vuelve al cuerpo.
—¡Mi niño!— digo feliz y Henry me ayuda a levantarme. Pero él no está contento ni aliviado, parece salvaje, una máquina para matar, en modo guerrero.
—¿Dónde está Marina? — pregunto espantada.
—La… atraparon. Vámonos... tenemos que huir— dice Henry.
—No no… tenemos que ir a buscar a Marina… — digo yo.
—No. Henry llévate a tu hermana, huyan sin mirar atrás…— dice Sebastián y yo siento que me vuelve el pánico.
—Alfa no podemos dejarlo aquí todo está en nuestra contra, la manada está llena de enemigos, nuestra propia gente fue atacada y su madre está herida, ¡usted también!— dice Henry.
—Yo no puedo abandonar a mi manada, necesito recobrar mis fuerzas. Estaré bien, si sé que mi amor está bien segura. Y aun así pudiera huir… necesito ganar tiempo para que se vayan— dice serio.
—No no… — digo horrorizada.
—Henry: Tatiana no puede estar en Medianoche un minuto más. En este preciso momento es el lugar más peligroso para que ella esté... —
—Pero Sebastián…no puedo dejarte así...— digo llorando. Mi instinto me grita que confía en él de nuevo. Que lo elija de nuevo.
Los minutos que transcurren podrían determinar nuestra vida y nuestra seguridad, pero con todo y eso, Sebastián no puede evitar acercarse a mí y apoyar su frente en la mía. Me mira con deleite, veo algo de paz en él al saber que yo no quiero dejarlo.
—Perdóname por no haber sido lo suficientemente fuerte para ti. Pensé que podía tenerlo todo, que podía lograrlo todo... y al final me han amenazado y me han dominado. Sacrifiqué la seguridad de todos por la de la gente que amo... y yo sacrificaría aún más por ti…— dice sujetándome acariciando mi cara como si quisiera verme por última vez.
—¡Nos atacan!— dice Henry y escucho como corre a enfrentarse con más guerreros.
—Ven conmigo... estás muy débil... temo…— digo balbuceando como una tonta. Temo no verlo de nuevo, perderlo.
—Te dije hace un tiempo que en algún momento teníamos que separarnos, y lamentablemente ha llegado el momento. Una vez más no soy el Alfa y el mate que merecías... pero por la diosa... fui el más estúpidamente feliz mientras te tenía. Amé cada día contigo— dice mirándome con amor. Parece una despedida y ahora siento más dolor que antes.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...