—Ahora el punto que tenemos que trabajar es la protección del pueblo, ellos vendrán acá sin duda pensando que estás aquí, es la opción más lógica. Y tenemos que sacarte y llevarte otra manada— dice Xavier planificando mientras yo me levanto.
—No... yo no puedo, no puedo alejarme más de Sebas. Siento el vínculo sofocándome si doy un paso más. Sin contar que aquí está mi gente, no los puedo abandonar— digo y por más que ellos insisten no hay forma de que me hagan cambiar de idea.
Quedamos que por los momentos tenemos que enfocarnos en el pueblo, Xavier trae a sus guerreros y empiezan a colocar barricadas y armar a la población. Todo ese día escucho sobre estrategias, armamento y posibilidades de ataques contra lobos. Tenemos una reunión con Gaby, Xavier, el vampiro y Henry.
—He visto algunos rogues cerca del bosque, me parece que se están acercando más. Pero tarde o temprano van a llegar aquí Luna Tatiana eso no lo dudes…— dice Xavier y yo trago saliva.
—También tenemos otro problema… otros Concilios en el país se han enterado de lo que ha sucedido y están planteando acciones similares. Si se produce tan desbalance… es posible que otras autoridades intercedan…— dice Fabrizio y veo que los lobos se quedan callados. Gaby y yo miramos para todos lados sin entender.
—¿Autoridades?— pregunto. Mi hermano que estaba comiendo, deja su plato de repente.
—Todo el mundo sobrenatural es sobre el balance señora Luna, los concilios regulan regiones… pero hay alguien más arriba— dice el vampiro.
—No, no puede ser…— dice Xavier.
—Me enteré de camino, vi… uno de sus soldados— dice Fabrizio. Yo sigo perdida.
—¿Qué carajos? ¿Existe?— pregunta Henry y deja caer su comida. Así será el asombro
—¿Quién?— pregunta Gaby perdida.
—El rey de los lobos— dice Xavier tenso, el resto suspira. ¿Un rey? Algo… había escuchado, pero jamás imaginé que fuera cierto.
—¿Qué nos hará ese rey?— pregunta Gaby.
—No le gustará que humanos sepan nuestro secreto, tampoco que el Concilio haga lo que quiera…— dice Xavier.
—¿Creen que podemos tener alguna ventaja si nos acercamos a él? Es imposible esconder esto…— digo. Fabrizio me da una sonrisa.
—¿Qué sucede?— pregunto.
—Está hablando como una verdadera Luna... — dice y yo me sonrojo.
—Es posible… tarde o temprano van a llegar aquí. Quizás podríamos atraer a los enemigos de Marco… y con suerte evitar un enfrentamiento— dice Fabrizio pensativo.
—Y si esos enemigos están convencidos de que Marco les ha estado robando... pueden ser excelentes aliados— dice Xavier. Yo me siento un poco más animada.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...