Sebastián
—¡Ella es mi mate destinada... una mate no puede ser destinada para dos alfas! — grito intentando contenerme.
¿Cómo se atreve? Era un crimen muy grande entre hombres lobos, quitarle la mate a otro. Él no puede enterarse de que yo he marcado a Tatiana, ni de que no tengo intención de aceptar su trato.
—Fue mi error, no saber quién era ella, pude haber evitado todo. Sé que aún estás conectado a ella, y también sé que sabes que ella te hace poderoso— dice acercándose a mí.
—Fue justamente eso lo que me llamó primero la atención. Tú y yo éramos alfas como cualquier otro... y cambiaste después de conocerla. La perseguías, le diste tu camisa en ese asqueroso restaurante, estabas en su casa…— dice y me ve a los ojos, veo su locura.
—Ella era una humana asquerosa, no parecía lógico, solo había una explicación. Parte de ti quería negarla, pero... no pudiste. Era tu mate destinada. Una humana con un alfa, era ridículo—
—Tú me perseguías… me espiabas— digo con voz ronca de rabia. Siempre había sido él.
—Por supuesto... creo que ni tú mismo eras consciente del poder que estabas empezando a tener. Estabas tan enfocado en ella, en como lidiar con el hecho de tener una mate de tan baja categoría… que no te diste cuenta de las señales— dice y yo desespero.
—¿Para qué quieres que sea tu mate? ¡Ella no es tuya!— pregunto furioso.
—Poder…¿acaso no es lo que todos queremos? Ahhhh claro... ese es el problema del vínculo, trastorna completamente tu cabeza. Eres poderoso, sí, pero a un costo muy alto. En cambio, yo preferiría evitar todo eso— dice tranquilo, como si por fin se sintiera libre de hablar con alguien de todo esto, sus planes más secretos.
—¡Aléjate de ella!— digo rabioso y él se ríe.
—Es una mate asquerosa… pero te explicaré por qué la necesito. Todo ocurrió en el pasado, con el anterior alfa de mi manada ¿Sabías que mi manada se llama Lobo Gris?— dice y yo me siento perdido.
Lobo Gris… una manada pequeña, poco conocida. ¿Se transformó en Razzio? Ninguna manada tiene el apellido de su alfa. Los alfas van y vienen, pero la manada continua.
—Se llamaba Héctor y su territorio era pequeño. Era un alfa común, nada importante… hasta que consiguió a su mate verdadera. Pero al igual que tú… era una humana. Poco a poco se fue sintiendo más fuerte, y él entendió que era por ella— empieza a explicar.
—Pero la gente de Lobo Gris se enteró y no aceptaron que su Luna fuera de una especie tan baja, aun cuando la manada fue tomando territorios, derrotando a otros lobos. Él la quería, era su mate, pero el poder lo empezó a consumir. Quería más y se cegó con eso— dice él.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...