—No, no puede ser…ustedes siempre lo supieron— digo al darme cuenta de como caímos tan fácil en sus mentiras.
Si no hubiésemos tenido esa reunión en el pueblo, no sé cuando vería a Tatiana de nuevo. Tenía tanto odio de ir al pueblo humano, que temo que quizás nunca la hubiese encontrado. Si no hubiésemos odiado a los humanos… estaba seguro de que nunca echaríamos a Tatiana de la manada ¡Por la diosa! ¿Qué hemos hecho?
—Y claro… éramos tan poderosos, que empezamos a ayudar a otras manadas, con la intención de vigilarlas. Y debo decir que Medianoche nos ayudó mucho…— agrega él.
—¿A qué te refieres?—
—Pues que cuando supimos que ustedes habían adoptado una humana… nos dieron el escenario perfecto…— dice sentándose frente a mí, muy satisfecho de toda esta historia.
—Ustedes nos atacaron, Tatiana tenía razón…el incendio— digo agitado.
—Empezamos a atacar a todas las manadas con nuestros soldados rogues, para desestabilizar…y Medianoche fue nuestro conejillo de indias perfecto, dando el ejemplo de lo que puede pasar si tienen una asquerosa humana en la manada—
—¡Amigos, buenos guerreros y guerreras murieron en ese incendio!— grito enfurecido mientras Marco me mira deleitado.
—Y Medianoche, así como las otras manadas, perdieron su poder y decayeron. Nos han tenido miedo y respeto. Creamos el mal y le dábamos la solución ¿No es perfecto? Tu gordita se dio cuenta… y fue mejor aún— dice encantado.
—¡Son unos desgraciados bastardos!— grito y él me golpea sin yo poder evitarlo. Me siento mareado de nuevo y lleno de furia.
—Mi padre quiere que tenga a Janet, y matar a tu humana… pero yo quiero a tu mate, quiero su poder— dice él y yo rujo.
—¡Jamás la tendrás! ¡Nunca tendrás su poder!— exclamo rabioso y él vuelve a sentarse, mirándome con lástima.
—Claro que sí… ella es especial. Tengo una teoría que quiero comprobar…— dice convencido.
Como quisiera tener toda mi fuerza y matarlo inmediatamente, que Connor estuviera aquí y hacer y vovlerlo pedazos.
—No podrás hacerlo… ella jamás estaría contigo—
—Ohhh no es cuestión de que quiera. Yo tendré a mi Luna, loba y tonta hija de un beta… y escondería a la gordita…— dice y yo grito desesperado y él me golpea en el estómago.
Estoy acostado en el suelo, sangrando. Le había prometido a mis guerreros que iba a evitar que me lastimaran.. pero no he podido evitarlo. Mi mate… mi hermosa mate.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...