Una curvy para el Alfa romance Capítulo 170

Sebastián

—Necesito que te prepares Sebastián... estos buenos señores vinieron para que te vistas y luzcas fabuloso... yo les dije que confiaba en ti, que te ibas a portar bien si te desatábamos…— dice Catalina acercándose a mí.

—¿O quieres que te acompañe en el baño y te ayude a bañarte y a vestirte? Así aceleramos nuestro acuerdo… no me importaría adelantar el postre antes de la cena… si sabes a qué me refiero…— dice ella y yo trago saliva.

—Creo que debemos esperar hasta la ceremonia, es importante que el Alfa y Luna den el ejemplo, ¿no lo crees?— digo y ella sonríe.

—Ummm es una lástima. Dicen que es mejor probar la mercancía antes de comprarla. Pero coincido que es mejor seguir las tradiciones— dice con malicia y los guerreros antes de soltarme me dan otra inyección de wolfsbane, aunque siento que no es tan profunda, o cada vez me hace menos daño.

Catalina está completamente complacida y me desabotona la camisa, viéndome como si yo fuese su regalo, yo me alejo todo lo que puedo.

Si esta noche es la ceremonia... tengo que tener todas las fuerzas para escapar y su cercanía no me ayuda. Ella se ve absolutamente complacida.

—Realmente eres una obra de arte... nunca he visto un hombre tan magnífico como tú— dice.

—Aunque es obvio que tengo que tener mucho cuidado esta noche... no estás en las mejores condiciones... pero ya verás que voy a ser muy delicada— dice viendo mis moretones y heridas.

—Me muero por terminar esta estúpida ceremonia…— dice y yo por fin me escapo el baño. De casualidad me dejan prepararme cuando entran para sacarme. Ella supervisa mientras me visto y sonríe como una niña en una juguetería cuando estoy totalmente preparado.

—Pues ahora solo falta sonreír mi querido Alfa... recién comienza el mejor día de nuestras vidas, tienes que tener una buena cara para que mi padre y mi hermano sepan que estás de nuestra parte— dice tomando mi mano.

Solo tenía que esperar el momento correcto.

Catalina no me soltaba, y me asombré cuando vi un grupo que se acercaba, como si fueran las personas más importantes. Hombres del Concilio, ¿realmente ellos iban a ser testigos de los horrores que aquí se cometían? ¿Iban a legalizar esta ceremonia corrompida?

Marco quería tomar todo el mundo de los lobos y de los humanos, los dos bajo su poder y sin duda alguna los del Concilio se llevarían su parte.

Alfa Albert se paró en el medio de la tarima como si fuera el maestro de ceremonias, veía a su hijo como si fuera el hombre más poderoso y sin duda el gobernante de Medianoche, el gran heredero de toda esta locura.

—Hombres lobos, hombres del Concilio y la Luna son testigos de lo que está por ocurrir esta noche. El destino nos ha traído hasta aquí, mientras nuestra especie demuestra por qué somos los más fuertes. Porque podemos con todo y nos enfrentamos al destino sin miedo— dice Albert de manera solemne.