Una curvy para el Alfa romance Capítulo 172

Tatiana

Escucho el sonido de mi propia respiración, y los latidos de mi corazón que retumban en mis oídos. Mis manos me tiemblan mientras sujeto mi arma.

Desde que entré en Medianoche sentía que había una fuerza en mí, como si ingresara una nueva Tatiana, muy diferente a la que se fue.

El alfa me había echado por segunda vez, esta vez para protegerme y, sin embargo, yo entraba porque podía, porque absoluto derecho, porque esta era mi manada.

Ahora yo entendía las palabras de Nancy, la conexión que tenía una Luna con su manada, como cada parte de mí, parecía estar conectada a este territorio y a su gente.

Había sentido algo especial desde el momento en que él me había marcado, pero ahora era mucho más potente. Quizás se debía a que yo ahora realmente me creía su Luna, o porque había hablado de defender esta manada.

O simplemente porque había venido hasta aquí, arriesgando mi vida, una humana sin poderes... con tal de salvar a mi mate, mi Alfa y mi gente.

Al instante escuchamos ruidos y gritos, aullidos y una batalla que se desarrollaba a lo lejos. Los lobos a mi lado se alteraban, hay una pelea que se desarrolla más allá de nuestra incursión en el territorio.

Sebastián estaría ahí, él está ahí, puedo sentirlo. Puedo sentir su poder, aún leve, pero estaba peleando, no se ha rendido, sabía que no lo haría.

Los alfas se colocaban delante de mí, cuando me di cuenta de que lobos venían a atacarnos, lento al inicio, rugiendo, como si estuvieran evaluándonos. Eran lobos mayores, pero eran muchos, los lobos viejos del Beta anterior.

—Los detendremos Luna…— escuchaba la voz de Joana, y ella y sus lobos iban automáticamente a atacar, detrás de los alfas.

Yo veía el pelaje de ellos batiéndose contra el viento y cómo los cuerpos de los lobos chocaban y se golpeaban, los dientes cerrándose en el cuello del enemigo, las garras desgarrando el pelaje. Henry y Naomi seguían ahí a mi lado, gruñendo.

Más atrás quedaban los humanos, podía imaginar que veían todo esto con horror, me arrepentía de haber accedido a que ellos vinieran a esta masacre. Pero ellos también tenían su propia voluntad y yo la respetaba.

El enemigo no se apaciguaba, los alfas derrotaban a quienes se le colocaban en frente, mientras veía como los rogues caían heridos y me angustiaba.

De repente escuchábamos pisadas que venían de los costados y me asombré al ver que eran lobos de Medianoche. Las orejas del resto de los lobos a mi lado se levantaban.

Capítulo 0172 1

Capítulo 0172 2

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa