Una curvy para el Alfa romance Capítulo 190

Fabrizio

—Vampiro… nos encontramos de nuevo—

—Su alteza…— digo inclinándome. Venía rodeado de guerreros.

—Todos estos lobos…vienen contigo— dice Alaric mirando a mi alrededor.

—Buscan ayuda señor, la guerra se avecina, Razzio está desbordado…la batalla es inminente, ya debe haber comenzado— le digo.

—Ya lo veremos… ve…parece que tendremos que limpiar este desastre— dijo y hacía señas a sus guerreros. Veía a Andrea y Leonardo temblar.

Traía un gran ejército, pero no vendrían con nosotros. Aunque algo se habrá enterado de sus averiguaciones, que todo está en peligro, pero es tan indolente que pareciera que nada le importa. Ya lo veremos.

Había pasado un día y ellos venían atrás, y cuando llegamos a Medianoche, la batalla que nos esperaba, era atroz.

Lo primero que capté es que en la lucha había no solo lobos, sino también humanos y rogues. Todos actuando por una misma causa y como una misma fuerza.

Rápidamente, ubicaba a Xavier, su lobo era cada vez más monstruoso y fuera de control, y arrasaba con los guerreros como si fueran juguetes. Había vampiros desbocados, rogues, y varios alfas. Nunca había visto una batalla así, y que viniera eso de mí era decir bastante.

—¿Quién es ese?— pregunta Leonardo señalando un punto de gran movimiento.

—Sebastián... el alfa de esta manada y el mate de la luna humana— digo. Era el punto más resaltante en el campo de batalla.

—Se…. puede sentir su fuerza desde lejos... miren como se quita los enemigos de encima, protegiendo el resto— dice Andrea impresionada.

—¡Tenemos que atacar! ¡No podemos esperar más!— dice de repente Leonardo.

Alaric, Alaric… pienso viendo hacia atrás, pero solo estamos nosotros, la gente de la manada Sombra de la noche, varios guerreros.

—Somos suficientes…— digo y Andrea grita a sus guerreros y nos abalanzamos a la batalla. Mis amigos me necesitan.

Lo primero que hago es acabar con los vampiros, no son mi responsabilidad, pero son de mi especie y ya han hecho suficiente daño. En mi camino voy arrancando sus cabezas de un solo golpe.

—¡Es Fabrizio!— los humanos gritan contentos mientras me ven y los observo defenderse en sus autos.

Xavier aulló cuando me vio, y mientras iba matando lobos enemigos y creando caos por donde iba. Los guerreros de Andrea y Leonardo iban arrasando con los enemigos y se unían a los humanos. Parecía que ellos deseaban una guerra así, donde demostrar su poder, y veía a sus lobos emocionados.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa