Una curvy para el Alfa romance Capítulo 190

Resumo de Capítulo 0190: Una curvy para el Alfa

Resumo de Capítulo 0190 – Una curvy para el Alfa por GoodNovel

Em Capítulo 0190, um capítulo marcante do aclamado romance de Hombre-lobo Una curvy para el Alfa, escrito por GoodNovel, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Una curvy para el Alfa.

Fabrizio

—Vampiro… nos encontramos de nuevo—

—Su alteza…— digo inclinándome. Venía rodeado de guerreros.

—Todos estos lobos…vienen contigo— dice Alaric mirando a mi alrededor.

—Buscan ayuda señor, la guerra se avecina, Razzio está desbordado…la batalla es inminente, ya debe haber comenzado— le digo.

—Ya lo veremos… ve…parece que tendremos que limpiar este desastre— dijo y hacía señas a sus guerreros. Veía a Andrea y Leonardo temblar.

Traía un gran ejército, pero no vendrían con nosotros. Aunque algo se habrá enterado de sus averiguaciones, que todo está en peligro, pero es tan indolente que pareciera que nada le importa. Ya lo veremos.

Había pasado un día y ellos venían atrás, y cuando llegamos a Medianoche, la batalla que nos esperaba, era atroz.

Lo primero que capté es que en la lucha había no solo lobos, sino también humanos y rogues. Todos actuando por una misma causa y como una misma fuerza.

Rápidamente, ubicaba a Xavier, su lobo era cada vez más monstruoso y fuera de control, y arrasaba con los guerreros como si fueran juguetes. Había vampiros desbocados, rogues, y varios alfas. Nunca había visto una batalla así, y que viniera eso de mí era decir bastante.

—¿Quién es ese?— pregunta Leonardo señalando un punto de gran movimiento.

—Sebastián... el alfa de esta manada y el mate de la luna humana— digo. Era el punto más resaltante en el campo de batalla.

—Se…. puede sentir su fuerza desde lejos... miren como se quita los enemigos de encima, protegiendo el resto— dice Andrea impresionada.

—¡Tenemos que atacar! ¡No podemos esperar más!— dice de repente Leonardo.

Alaric, Alaric… pienso viendo hacia atrás, pero solo estamos nosotros, la gente de la manada Sombra de la noche, varios guerreros.

—Somos suficientes…— digo y Andrea grita a sus guerreros y nos abalanzamos a la batalla. Mis amigos me necesitan.

Lo primero que hago es acabar con los vampiros, no son mi responsabilidad, pero son de mi especie y ya han hecho suficiente daño. En mi camino voy arrancando sus cabezas de un solo golpe.

—¡Es Fabrizio!— los humanos gritan contentos mientras me ven y los observo defenderse en sus autos.

Xavier aulló cuando me vio, y mientras iba matando lobos enemigos y creando caos por donde iba. Los guerreros de Andrea y Leonardo iban arrasando con los enemigos y se unían a los humanos. Parecía que ellos deseaban una guerra así, donde demostrar su poder, y veía a sus lobos emocionados.

Plata... debe estar escondida en alguna parte, y deben llevarlo los guerreros como forma de protección. La Luna está aquí, pero no me puedo acercar lo suficiente, intento bordear la zona. Esto se está complicando, realmente Marco ha pensado en todo.

No me queda otra que ver la otra parte de lo que me ha dicho Sebastián.

Sigo el olor de Noemí y voy a la casa de la manada está sola. Me quedo en silencio hasta que coloco mi oreja en las paredes, y ahí escucho murmullos y golpeteos. Voy subiendo por la escalera siguiendo el sonido hasta que llegó a la oficina del Alfa.

—Hombres del Concilio, ¿qué harían aquí?— veo los cuerpos regados. Sigo revisando las paredes hasta que noto que hay una pared hueca.

—Pasadizos escondidos dentro de la casa...inteligente— digo sorprendido y sin pensarlo mucho, abro hueco en una de las paredes jalando la estructura y me dirijo a donde sigue el ruido. Cuando alguien me apunta con un arma, pero cuando me reconoce, sonríe.

—¡Mi lobita! ¡Es el vampiro elegante que conocimos en el pueblo!— dice Martín

—Me alegra que estén bien, me envió su Alfa— digo cuando ellos me abrazan y me reciben y ellos me indican más hacia el fondo. Veo guerreros muertos, aquí había una gran protección.

En una pequeña esquina veo una chica prácticamente en posición fetal sujetándose sus rodillas. Es flaca y pálida y el cabello oscuro le tapa la cara, le han dado agua y algo de comida, pero ella tiembla.

—Ella es Paola...la mate de Marco. Tatiana nos había comentado de este pasadizo, ella estaba bien vigilada, pero acabamos con todos— dice Noemí.

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