Sebastián
Estaba seguro de que la mejor parte venía ahora, no solo estaría con mi mate como quisiera… sino que nuestra vida juntos se abría a nosotros con todas sus posibilidades.
—Tengo toda la noche queriendo hacer esto…quería quitarte ese vestido… tenerte como quisiera— le digo mientras la recuesto contra una pared y me apoyaba contra ella. El corazón de Tatiana se aceleraba con mis palabras y solo hacía alborotar mis deseos.
—Yo solo te veía a ti Sebas…— dice en un suspiro que me enloquece, sus ojos viajan por todo mi cuerpo, desde que entré desnudo por la puerta.
Había una manada que construir, había que estar pendiente de lo que hacían otras manadas, de Razzio y de recoger los desastres que dejó Marco. Pero en este preciso momento, para mí solo existía ella, y mi único objetivo era desaparecer ese vestido y sentirla en mi piel.
—Mi mate...— me susurraba mientras yo le mordía el cuello y empezaba a desandar el vestido, era hermoso y perfecto para ella, un sueño, pasaba mis manos por la tela y la apretaba entre mis manos.
Ella estaba en puntas de pie, su piel se siente fresca y su cabello se enreda en mis dedos. Recibe mis besos y la siento temblar, su boca es como un pequeño paraíso perdido. Connor gruñe, me siento más poderoso y salvaje que nunca, es una locura.
Cuando sus manos se aventuran por mi cuerpo, yo jadeo. Esta es nuestra primera noche como Luna y Alfa… y tiene que ser la mejor. Nuestra unión me ha dejado como un hombre desesperado.
—Tatiana... no sé qué ha sucedido… siento que me quemo por dentro— le decía y me iba tornando cada vez más posesivo.
Mis manos van por su espalda, bajando hasta su trasero, apretándolo con mis manos y acercándola a mí. Ella jadeaba suavemente mientras, yo la tocaba por debajo de su vestido y sentía su piel suave el contacto de mis manos. Mis manos reconocían sus curvas con fervor, jamás me cansaría de tenerla así.
Ella pasaba sus manos por mi pecho, mi abdomen y yo me escuchaba bramar. Besaba, mordía y succionaba sus labios mientras ella cerraba los ojos con delicia, aventurándose por todo mi cuerpo sin piedad, nuestra desesperación aumentaba.
—Mi mate…siento que pierdo la cabeza— intentaba hablar mientras ella seguía torturándome con sus manos y sus labios.
—Te necesito mi alfa… quiero todo de ti…— dice y yo siento que mi lobo enloquece.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...