Una curvy para el Alfa romance Capítulo 24

Tatiana

—¿Qué?— pregunté luego de un par de segundos. O quizás fueron mucho más, pues la verdad para mí el tiempo parecía haberse detenido por un instante.

Yo siempre había sido una persona muy comedida, amable y cordial que había aprendido agachar la cabeza y a pasar desapercibida.

En la manada no quería que nadie me notara, pues si yo era invisible nadie me iba a molestar. Aprendí a ser muy servicial y muy educada para evitar problemas. Pero que no importa como fuera, terminé siendo echada del único lugar que había considerado mi hogar.

Pero desde hace ya algún tiempo había perdido todo el respeto por esa especie y mucho más por el hombre que tenía enfrente de mí.

—Tatiana, tú eres mi mate, destinada y verdadera— decía él repitiendo y por más que yo no quisiera escuchar... lo había entendido claramente, pero parecía ser que simplemente mi cabeza estaba en negación.

—No no puede ser... debe ser una confusión…—

—Mi lobo Connor… te sintió prácticamente del momento en que pisamos este pueblo... y cuando te vi en el restaurante lo supe. Para cuando te tuve cerca y te toqué... ya lo había confirmado. Después… cuando nos besamos... no me quedó ni una sola duda… Tatiana— decía él de forma calmada mientras su voz temblaba.

Se acercaba a mí dando pequeños pasos, aún extendiendo su mano como si esperar a que yo la tomara de un momento a otro, mientras yo seguía ahí parada en shock.

—Es imposible… los humanos no son mates de hombres lobos y mucho menos de un…—

—De un alfa… lo sé. Pero tu madre fue mate de un guerrero. Y yo no creo que sea imposible... quizás poco común. Por eso hice todo lo que hice... por eso te he traído hasta aquí…— dice él mirándome como si estuviera sufriendo por dentro.

Una parte de mí, creyó que lo que él decía podía ser cierto y que quizás él sí era mi mate. Esa pequeña parte, bastante emocionada por cierto, puesto que siempre había soñado con la idea de un mate… un amor verdadero.

—No es eso Tatiana… yo simplemente necesitaba un tiempo para pensar— decía él, pero yo sabía lo que significaba.

Cuando un hombre lobo encontraba a su mate… era el momento más importante de su vida. Y si él había suprimido ese momento… es porque no era bueno. Maldición era una señal horrible.

Y yo sabía cuál iba a ser la palabra final. Nunca pensé experimentar esto porque nunca pensé ser el mate de alguien. Pero yo ya sabía por qué él había venido aquí, porque me había traído hasta aquí, sola. Estuvo esperando, pensando, planificando.

—Me vas a rechazar, ¿verdad? Quieres rechazarme y por eso me has traído hasta aquí. No quieres que nadie se entere y pases la vergüenza, no quieres que nadie en la manada se entere de esta desgracia... de que yo sea tu mate... si es que eso es cierto— digo a punto de llorar y casi temblando. Veía su cara de espanto.

Ten cuidado de lo que deseas, dice una frase. Y ahora le entendía perfectamente, puesto que yo había soñado tanto con tener un mate verdadero… que jamás había pensado la posibilidad de que me fuera a rechazar.

La diosa luna te daba un mate, pero también la posibilidad de rechazarlo. Marcaba tu destino, pero también daba libre albedrío.