Una curvy para el Alfa romance Capítulo 29

—No lo sé… solo que de casualidad se despidieron y vendieron todo, incluso hasta dejaron cosas— dice la señora

Yo estuve un tiempo averiguando y siguiendo lo que la policía investigaba. Me parecían raro, todo este movimiento estaba segura de que los alfas estaban metidos. De reojo veía a David de vez en cuando y me preguntaba si él sabría, que yo era mate de Sebastián, él era su Beta después de todo.

Algunos alfas iban y venían, pero todo era muy hermético y no supe averiguar qué demonios era. Incluso vi que Gaby estaba en alguna de las reuniones, pero cuando le pregunté de qué se trataba no me dio ningún detalle.

—Son cosas de la alcaldía Tati… nada de que preocuparte. Está todo seguro… los empresarios están ayudando— decía ella dándome unas palmaditas en la espalda que no me convencían del todo.

Chequeaba en el periódico y era verdad que había muchas personas dejando el pueblo, al parecer le hacían buenas ofertas, y se mudaban a pueblos lejanos. Y a veces yo tenía la tentación de preguntarle a David sobre Sebastián o si sabía algo de esto. Aunque para ser sincera realmente quería hablar con Sebastián.

Ahora que me daba cuenta… nunca habíamos tenido una conversación sin odio ¿Siquiera sería posible? Estaba tan confundida y enredada que ya prácticamente no sabía qué hacer.

Las noches en mi casa eran completamente oscuras y vacías y si en realidad ya me había acostumbrado a vivir sola... ahora me desagradaba.

Yo no sabía que le gustaba, ni cómo era él. Qué hacía de día o con qué soñaba de noche. A veces me lo imaginaba en el bosque, o entrenando, o hablando con su gente. Siempre serio, fuerte, con esa mirada penetrante que hacía que mis rodillas fallaran.

¿Él sabrá lo que provoca en mí? Parecía muy convencido de que los humanos no sentimos el vínculo de mates, y quizás sea verdad. Pero… yo no era inmune a él. En lo absoluto. Y ahora temía que haya perdido mi oportunidad de tener a alguien… algo especial

Hasta me gustaría que él insistiera de nuevo, que me buscara. Soñaba con que él estaba por ahí… vigilándome, queriendo saber de mí. Ya no me entendía ni a mí misma.

Y pensé que todos mis días iban a ser así... hasta que una noche de regreso del restaurante escuché un grito de una chica, como si le hubiesen tapado la boca y yo corría hasta donde venía el sonido. Mi corazón saltaba mientras iba por las calles, volteando para todos lados.

Estaba todo oscuro y era de noche, yo sabía que no era el mejor momento para hacer esto, pero no pude evitarlo. Cuando vi que un hombre tomaba a una chica, las manos de ella en su espalda y se agitaba.

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