Una curvy para el Alfa romance Capítulo 60

Sebastián

—Con todo el respeto Alfa... ¿Qué hace en la casa de nuestra hermana?— pregunta Marina y puedo ver en su expresión preocupación, desconcierto y también disgusto. Los hermanos se han puesto muy recelosos y es obvio que no me quieren cerca de Tatiana, pero yo tengo todo el derecho.

—Creo que necesitamos hablar... — digo

Mi mate inmediatamente, se acerca y los toma de la mano y los trae adentro de la casa para que ellos se acomoden y ambos se sienta en el sofá de la sala. Ellos son solo guerreros y se atreven a hablarle así a un alfa, deben estar realmente molestos.

—Mi mate…necesito hablar con tus hermanos de lobos a lobos— digo.

—Pero…— dice ella nerviosa mirando a sus chicos.

—Prometo que no pasará nada malo, solo quiero hablar con ellos— digo y ella asiente, y ella cabizbaja se va su habitación.

No era la mañana que esperaba tener con ella. Quería hablar con ella, explicarle, posiblemente volver a hacerle el amor. Parecía que nunca me saciaba de tocarla.

—Chicos, esto es completamente fuera de lugar… Tatiana es mi mate— le digo mientras ellos se ven agitados.

—Tú... y ella mates…no es conveniente y es peligroso…— dice Henry, lo veo rojo y exaltado.

—Chicos…— digo intentando calmarme.

—¡Es verdad alfa! ¡Usted trató mal a Tatiana! ¡La echó de la manada y no la aceptó rápidamente!— dice Henry al borde del pánico.

—Nos prometió que iba a cuidarla, que iba a ir lento con ella… que iba a pensar las cosas. Y ahora… está en su casa… todo huele a usted, ¡Ella huele a usted!— dice Marina levantando la voz angustiada, señalándome. Es verdad, yo les había dicho que tenía que pensarlo, que aún no me había decidido, pero ahora, ahora no quiero pensar nada.

—¡La va a enamorar! Se ha acostado con ella… demasiado ha sufrido nuestra hermana para además exponerse a más peligro— dice Marina molesta.

—¡Tati podría estar en peligro!— dice Henry mirándome con rabia.

—¿Entonces….qué va a hacer con Tati?—

—Quiero hacer absolutamente todo con ella— le digo sin titubear y yo mismo me sorprendo, no es la típica charla entre un las familias de mates. Yo soy su jefe y a la vez… yo sé que este par de muchachos son las personas más importantes para ella. Más importantes que yo, inclusive.

—¿Ella… lo ha aceptado?— pregunta Marina, mirando a todos lados y sabiendo que mi olor está en todas partes.

—No del todo y yo no la quiero apurar... pero chicos, tenemos problemas…— le digo yo y le cuento directamente lo que ha sucedido con el Concilio, con Marco, con los otros alfas. Detalles que hasta el momento solo lo sabía David.

Ellos quedan completamente angustiados.

—Los humanos... esos desgraciados alfas van por los humanos... cuando ellos son los verdaderos traidores— dice Marina respirando con dificultad.

—No solo eso... sino que yo ahora creo fielmente que lo que dijo Tatiana que vio hace tantos años en el ataque… es cierto. Los de la manada Razzio estuvieron involucrados en ese ataque, aún no sé cómo. Los ataques que hemos sufrido de los rouges, sus pedidos al Concilio de los territorios humanos… así como las desapariciones que están ocurriendo en los pueblos cercanos...— ellos me miran atónitos.