Una curvy para el Alfa romance Capítulo 62

Sebastián

—¿Hasta cuánto pensabas ocultármelo Sebastián? ¡Esto es algo demasiado importante como para mantenerlo en secreto!— me reclamaba ella.

—¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Sabes muy bien por qué lo hice!— exclamo.

—Hijo… no entiendes…tú bien sabes que esa relación no es posible... —

—No mamá… tú eres la que no entiendes... —

Tuvimos que venir al bosque, puesto que yo sabía que la discusión iba a ser acalorada. Mi madre siempre había sido correcta y siempre me había apoyado, pero parecía que los sucesos actuales venían a desafiar todo.

—No sabes lo que es tener un mate destinado... y no solo desearla y estar pensando en ella cada día, la tengo que esconder de todos y además están todos los conflictos que ya te he explicado— le decía rabioso.

Le había contado de Marco y el Concilio. Porque, por supuesto, lo primero que me dijo mi madre es que mi mate era una traidora y ¡Tatiana no lo era!

—No fue mi intención mamá…— le digo arrepentido por lo que acabo de decir, y ella suspira viniendo a mí.

—Yo… no tuve un mate destinado y verdadero y honestamente no, no puedo saber lo que estas sintiendo…—

—Debo decir que cuando vine aquí sabía que estarías con una mujer y yo pensaba que era quizás un enamoramiento o una atracción, pero cuando la vi a ella supuse que había algo más… yo sabía que no la elegirías a ella. No estarías en su casa, oliendo a ella…— dice y yo trago saliva.

Porque es verdad. El Sebastián de hace unas semanas… jamás estaría con ella. Si no fuera mi mate no me hubiese detenido a ver la maravillosa persona que era ella.

—Pero con todo y eso, hijo… tienes que enfrentarte a la manada y presentar como tu mate a una humana, … va a ser la Luna de la manada…— dice ella. Y mi madre ha resumido en una frase mis miedos.

—Lo he pensado mil veces madre, pero no encuentro solución. Y si bien es de las cosas que más me preocupan, no es lo peor que sucede— digo y respiro.

—Lo peor que sucede es que… ella no me acepta, el vínculo nos atrae… pero muy dentro de ella Tatiana no me ha perdonado y yo no la culpo. Y al ser humana… puede resistir el vínculo. Al menos más que yo— le digo y mi madre viene a abrazarme.

—Sabes… esto me parece una locura pero… creo que la diosa Luna los emparejó por una razón, aun cuando no lo entendamos— dice ella.

—Y lamento que haya tantos problemas… y yo tenga que sumarte uno más…tu padre se ha estado moviendo a tus espaldas... no con mala intención… sino buscando ayudarte. Ha contactado a otros alfas... está buscándote una Luna. Y con ello, puede meter a la manada en problemas— dice ella y yo siento que Connor aúlla.

—¡Yo soy el alfa! ¡Él no puede actuar así como así!— grito y mi madre acaricia mi brazo.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa