Tatiana
Pasé horas cabizbaja y rogué para que me dejaran ir al trabajo y despedirme. No quería dejar a Gaby así como así. También estaba Mariela, Martín, las demás chicas. Todos ellos habían sido una parte muy importante de mi vida, yo no quería irme sin decir nada, sin verlos una vez más.
Por supuesto que el restaurante estaba rodeado y también Marina me vigilaba cerca de bosque. Mi casa ya había sido prácticamente sellada, todo guardado algunas cosas mudadas. Era un hecho, me iba a la manada.
—¡Te vamos a extrañar tanto Tati! Estoy segura de que solo es una medida de seguridad, ¿no es cierto? Todo volverá a ser como antes, pronto— me preguntaba Mariela.
—Así es querida... nos vamos a volver a ver de eso, estoy segura, trabajaremos aquí, nos quejaremos de los uniformes y todo será como si nada hubiese pasado— decía yo acariciando su cabello, aunque parte de mí sabía que era mentira.
—¿A dónde irás?— me preguntaba.
—Voy a vivir con mi padre y mis hermanos... —
—¿Puedo ir a visitarte?— me preguntaba con ojos llorosos y me rompía el corazón.
—¡Seguro! te avisaré cuando esté un poco más ehhh… acomodada…—
—¿Cómo es que nunca hemos conocido ni a tu padre ni a tus hermanos en tanto tiempo? Siempre los mencionas, pero no sabemos absolutamente nada de ellos— dice extrañada y no sé qué decir. ¿Como decirle que en el mundo hay cosas… sobrenaturales?
—Prometo que nos veremos…— digo abrazándola y aguantando las ganas de llorar, porque ahora tengo de terror de no volverla a ver. Mi pequeña amiga, dulce y con un corazón enorme.
—¡Te vamos a extrañar tanto Tati! Por favor cuídate— decía Martín abrazándome.
—Gracias Tati... y gracias por hablar con todos para que se calmaran. Lamento que te hayas tenido que ir antes, pero lo entiendo, es mejor estar seguros y tu familia seguramente lo sabe. Estarás bien, estaremos bien… ya lo verás. En el pueblo nos cuidaremos, eso dalo por seguro— me dice Gaby sonriendo. Si ella supiera toda la verdad. ¿Cómo pueden prepararse para todo lo que se viene? Si no se detiene a Marco, ¿Qué será de este pueblo y de su gente?
Cuando salgo es tarde y me voy al punto donde Marina me espera. Yo imaginaba que de repente iba a ser escoltada por un montón de hombres lobos, había visto uno que otro en el restaurante, eran diferentes y no sabía por qué, pero podría asegurar que sin duda eran de Medianoche.
Pero de repente solo hay silencio, yo voy caminando un poco más allá del bosque... y siento que un frío me recorre la espalda hasta llegar a mi nuca.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...