Una curvy para el Alfa romance Capítulo 81

—Ustedes… también son víctima… y ahora estamos aquí…— digo y ella asiente.

—Yo tengo que huir y avisar al grupo con el que ando, tenemos que huir de aquí para que ellos no nos tomen. Se van a aprovechar de nosotros y si les provoca… nos mata o nos venden… como creo que quieren hacer conmigo— dice ella y yo me quedé impactada de que cada vez que escucho algo de Marcos es aún peor.

—¿Y cómo piensas salir de aquí?— pregunto y ella me enseña una ventana arriba.

—La puerta está asegurada y hay hombres en la entrada. Así que solo me queda esa ventana de allá— la chica parece pequeña y sin duda podría pasar ahí. Ya veo la cerradura de su jaula y creo que podría abrirse.

—Wolfsbane... no la puedo tocar, es veneno para nuestros lobos. Pero tú sí…— dice ella. Y cuando yo voy ya levantar mi mano escuchamos un estruendo. Por la puerta entran dos hombres realmente aterradores.

—Miren miren quién despertó… la humana... estabas muy dormidita...mujercita— dice uno y en segundos lo tengo frente a mi jaula y yo me estremezco. Tiene la piel pálida y es muy rápido. En mi cabeza solo grita una sola palabra: vampiro.

—No sé aún por qué los hombres lobos están tan interesados en ti... algo de que eres la compañera de alguien importante, ¡la mate de un Alfa al parecer! ¡Quién lo diría! Una chica fea como tú... ¿Es en serio? ¿Cómo podrías ser la mate de un alfa?— dice viéndome con desdén. Tiene el cabello claro, y si no fuera tan terrorífico parecería atractivo. El otro hombre es alto y no presta atención.

—Los hombres lobos le tienen bastante desagrado a los seres humanos, los odian. Pero como sabrás... para nosotros son muy importantes… nuestro sustento de vida, su sangre…— dice siseando, viéndome como si fuera comida.

—Supongo que a ninguno le importaría que te diéramos un pequeño mordisco... la verdad es que te ves bastante… deliciosa— dice el vampiro introduciendo un dedo en mi jaula intentando llegar a mí mientras sonríe con malicia.

—Déjala en paz, la quieren en una sola pieza... y yo sé cómo eres tú, que no te sabes controlar con tu comida— dice el otro y yo entro en pánico. El rubio chasquea la lengua.

—Es una lástima…— dice el vampiro alejándose. Le da una mirada de asco a la otra chica y da una patada a su jaula haciendo vibrar toda la habitación.

—¡Mugrosa rouge!—

—¿Cuánto más tenemos que esperar por estos asquerosos hombres lobos? ¡El olor es desagradable! ¡Ni que decir atacarlos! ¡Puaj! Son asquerosos— dice el rubio escupiendo.

Yo pienso en mi hermana y en los demás guerreros... ruego porque estén vivos, sin duda fueron atacados por estos seres. Por favor… que no les haya pasado nada.

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